Los candidatos a la presidencia de Uruguay, Álvaro Delgado, representante de la coalición oficialista, y Yamandú Orsi, del Frente Amplio, finalizaron este miércoles sus campañas de cara al balotaje que se llevará a cabo el domingo 24 de noviembre. La contienda se presenta como una de las más ajustadas en la historia reciente del país.
Un panorama dividido
El economista Juan Sánchez analizó el contexto electoral y destacó que, aunque la coalición oficialista —compuesta por el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente y Cabildo Abierto— logró sumar una mayoría en las elecciones generales, estos votos no necesariamente se trasladan de manera directa al candidato Delgado en la segunda vuelta.
Sánchez explicó que en elecciones anteriores, la coalición sufrió una fuga de aproximadamente el 7% de sus votantes hacia otras opciones, una tendencia que podría repetirse este domingo. En contraste, el Frente Amplio, con Orsi como único candidato, enfrenta menores pérdidas en la transición entre rondas, dado su enfoque en un programa claro y consolidado.
Encuestas ajustadas y votantes indecisos
Según las encuestas, el balotaje se encuentra en un virtual empate técnico. Algunas consultoras dan una leve ventaja al Frente Amplio, con una proyección del 48% frente al 46% para Delgado, aunque esta diferencia es mínima y depende del comportamiento de los votantes indecisos.
Juan Sánchez subrayó la relevancia del voto en blanco o anulado, que podría alcanzar hasta un 6%, y cómo esta variable será clave para definir el resultado.
Expectativas de la jornada electoral
El domingo 24, Uruguay vivirá una elección crucial para el futuro político del país, en la que ambos candidatos buscan capitalizar los apoyos y reducir la incertidumbre de los últimos días. Tanto Delgado como Orsi cierran sus campañas con llamados a la unidad y con promesas de soluciones concretas para los desafíos económicos y sociales que enfrenta el país.