Una decisión judicial generó intensos debates entre los legisladores, resultando en la suspensión del Movimiento Semilla, creado por el presidente electo. Tras una demora de cinco horas, los diputados finalmente tomaron posesión, y todo estaba listo para el cambio de liderazgo en el Ejecutivo.
En medio de una gran tensión, disturbios y acusaciones de golpe, Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala, logró asumir el cargo en la madrugada de este lunes. El domingo, la ceremonia oficial experimentó un retraso de más de nueve horas debido a la resistencia de un grupo de legisladores que impedían el nombramiento de los nuevos representantes del pueblo guatemalteco.
Para que Arévalo pudiera ser nombrado presidente, tuvo que esperar a que los 160 diputados del Congreso para el período 2024-2028 asumieran sus funciones. Entre ellos se encontraban 23 parlamentarios del Movimiento Semilla, principal respaldo de Arévalo, quienes tomaron posesión después de clausurado el período 2020-2024.
A pesar de la suspensión temporal de los diputados del Movimiento Semilla, Arévalo pudo asumir la presidencia una vez que la nueva junta directiva del Congreso tomó la decisión y el pleno de la Cámara votó al respecto.
La demora en la toma de juramento de Bernardo Arévalo se debió a una comisión parlamentaria que revisó las credenciales de los nuevos diputados, enfocándose en los 23 del partido Movimiento Semilla, suspendidos temporalmente por la Fiscalía por presuntas irregularidades en su formación en 2017. Este proceso generó tensión y retrasó la instalación del nuevo Congreso, encargado de tomar el juramento de Arévalo.
Bernardo Arévalo, hijo del primer presidente democrático de Guatemala, había pasado sorpresivamente a la segunda ronda presidencial en junio, venciendo cómodamente a la candidata conservadora Sandra Torres con un 60% de los votos. Desde entonces, tanto él como el Movimiento Semilla han enfrentado una serie de acciones judiciales que denunciaron como un “golpe de Estado” orquestado por la élite política y económica del país.
A pesar de la embestida judicial y las acusaciones de irregularidades electorales, Arévalo contó con el respaldo internacional durante la ceremonia de traspaso de mando, que contó con la presencia de figuras como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, delegados de Washington, el rey de España, Felipe VI, y varios presidentes latinoamericanos.
La Cancillería argentina emitió un comunicado urgente pidiendo a las instituciones guatemaltecas que respeten el orden constitucional durante la asunción de Bernardo Arévalo como presidente electo. Este llamamiento se realizó en conjunto con otros países latinoamericanos, Estados Unidos, España, Portugal, la OEA y la Unión Europea, entre otras delegaciones presentes en la ceremonia de transmisión de mando.