A partir de esta medida, ya no será necesario que las empresas que participan en el comercio exterior sean sometidas a la evaluación de su Capacidad Económica Financiera (CEF). Este cambio permitirá un acceso más fácil a los dólares necesarios para importar, una política que contrasta con la previa administración gubernamental, la cual tenía medidas más restrictivas al respecto. Tanto el ministro de Economía como la titular de Afip han celebrado esta disposición en sus cuentas de redes sociales.
Los importadores, además, deben inscribirse en un registro que contempla las deudas acumuladas hasta diciembre de 2023, registrando operaciones por un total de 21.000 millones de dólares hasta la fecha. En cuanto a las licitaciones de bonos Bopreal, apenas lograron superar los 100 millones de dólares en ambas ocasiones.
Luis Caputo, ministro de Economía, destacó que esta medida proporcionará mayor libertad para importar, eliminando la posibilidad de intervención arbitraria por parte del Estado en el proceso de compras en el exterior. El cálculo de la CEF, anteriormente utilizado para evaluar el perfil de los contribuyentes antes de autorizar las importaciones, se considera ahora una barrera obsoleta y compleja.
Sin embargo, esta mayor libertad para importar implica que la Afip ya no controlará datos básicos relacionados con aquellos que deseen adquirir dólares para compras internacionales. La eliminación de la CEF se presenta como una medida que simplifica el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), buscando garantizar la transparencia en el comercio exterior, según la titular de Afip, Florencia Misrahi. Aunque cabe señalar que el sistema CEF continuará funcionando exclusivamente con fines estadísticos.
Este cambio se suma a la simplificación del Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), reemplazando el antiguo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). A pesar de la optimización burocrática, algunos sectores privados señalan que el verdadero desafío es la demora en el acceso a divisas para importar, una problemática que persiste acumulando deuda y obstaculizando la llegada de insumos.
La deuda por importaciones de bienes y servicios hasta junio de 2023 asciende a 48.182 millones de dólares, según el Banco Central. Este endeudamiento incluye importaciones no pagadas debido a la demora en la aprobación de divisas y deuda operativa corriente de las empresas. Para hacer frente a estos compromisos, las empresas pueden acceder a los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), aunque hasta ahora las licitaciones de estos bonos han tenido una aceptación menor de la esperada, apenas superando los 100 millones de dólares en total.
Los participantes en el comercio exterior deben inscribirse en el Padrón de Deuda Comercial por Importaciones, que ya registra deudas acumuladas por un total de 21.000 millones de dólares. Este padrón incluye grandes empresas, medianas y pequeñas y microempresas, con plazo hasta el 24 de enero para completar la declaración jurada después de una reciente prórroga.