Un informe del Foro Económico Mundial (FEM) anticipa que el mercado laboral enfrentará cambios significativos para 2030, impulsados por la tecnología, la demografía y las tensiones geoeconómicas. Se espera la creación de 170 millones de empleos y la desaparición de otros 92 millones, resultando en un aumento neto de 78 millones de trabajos.
Principales tendencias
El estudio, titulado Informe sobre el futuro del empleo 2025, destaca que cerca del 40 % de las capacidades laborales requeridas cambiarán. La inteligencia artificial (IA), big data y ciberseguridad emergen como áreas clave, aunque habilidades humanas como creatividad, resiliencia y flexibilidad seguirán siendo cruciales.
Crecimiento de empleos esenciales
El mayor crecimiento en términos absolutos se verá en sectores esenciales como el cuidado de la salud, la educación y los trabajos de primera línea, como agricultores, ganaderos y empleados de la construcción. Paralelamente, los avances en IA, robótica y energías renovables aumentarán la demanda de especialistas tecnológicos.
Impacto de la IA y automatización
La IA está redefiniendo los modelos de negocio. Si bien el 77 % de los empleadores planea mejorar las capacidades de sus equipos, un 41 % prevé reducir sus plantillas debido a la automatización. Esto representa tanto un desafío como una oportunidad para reubicar empleados en nuevas áreas.
Empleos en declive
Entre las profesiones más afectadas figuran los cajeros, auxiliares administrativos y diseñadores gráficos, sectores donde la automatización y herramientas basadas en IA han disminuido la necesidad de mano de obra humana.
Desafío del desfase de cualificaciones
El informe resalta que el 63 % de los empleadores identifica un desfase de cualificaciones como la principal barrera para adaptarse a las nuevas tendencias. Según el FEM, más de 120 millones de trabajadores deberán mejorar o adaptar sus habilidades para evitar el riesgo de despido.
Acción urgente
El FEM insta a gobiernos, empresas y el sector educativo a colaborar en iniciativas de mejora y readaptación laboral, garantizar accesibilidad a empleos de rápido crecimiento y reducir los riesgos de desempleo. Este esfuerzo conjunto es clave para enfrentar los cambios que transformarán el panorama laboral global.