La presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), Dilma Rousseff, anunció que la entidad destinará 1.115 millones de dólares para la recuperación de Rio Grande do Sul, un estado brasileño severamente afectado por recientes inundaciones históricas. Estas lluvias torrenciales han provocado 148 muertes, 127 desapariciones y 806 heridos, además de afectar a más de 2 millones de habitantes.
Rousseff, quien dirigió Brasil de 2011 a 2016, explicó que los fondos se destinarán a la reconstrucción de infraestructura urbana, incluyendo hospitales, escuelas y sistemas de saneamiento, además de invertir en la prevención de desastres naturales. “Queremos ayudar a las personas a reconstruir sus vidas”, enfatizó Rousseff, subrayando la solidaridad del NDB con la población afectada.
Para comprender la magnitud de los daños y coordinar la ayuda financiera, Rousseff mantuvo conversaciones con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el gobernador regional, Eduardo Leite. La financiación del NDB se canalizará a través de bancos públicos brasileños como el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el Banco do Brasil (BB) y el Banco Regional de Desarrollo del Extremo Sur (BRDE).
Se destinarán 250 millones de dólares para apoyar a pequeñas y medianas empresas y una cantidad similar para la protección ambiental, prevención de desastres, infraestructura y tratamiento de agua. Otros 200 millones se asignarán directamente a proyectos de infraestructura urbana y vial, mientras que 100 millones se invertirán en infraestructura agrícola y logística. Adicionalmente, se están aprobando 295 millones para obras de desarrollo urbano y rural, saneamiento básico e infraestructura social, y 20 millones para proyectos de movilidad urbana y recursos hídricos.
El NDB, creado en diciembre de 2014, está dirigido por Rousseff desde marzo de 2023. En agosto pasado, durante una cumbre en Sudáfrica, el bloque BRICS anunció su expansión con la incorporación de nuevos miembros como Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Aunque también se aprobó el ingreso de Argentina, este fue suspendido por el presidente argentino, Javier Milei.