Buenos Aires – El Gobierno argentino aguarda con optimismo el desembolso de USD 12.000 millones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se concretará hoy, martes, con el objetivo de robustecer las reservas del Banco Central (BCRA). Esta inyección de capital se produce tras la celebración del equipo económico por el funcionamiento del primer día del esquema de flotación cambiaria entre bandas.
Según fuentes del Ministerio de Economía, el inicio de la fase 3 del programa económico, caracterizada por la liberalización del mercado de cambios, se desarrolló sin intervención del BCRA y con un tipo de cambio que se estabilizó en torno a los $1.200, punto medio de la banda establecida.
El Poder Ejecutivo monitoreó de cerca la reacción del mercado, luego de coordinar con bancos y Alycs los detalles del nuevo esquema durante el fin de semana. Si bien la atención no estaba centrada exclusivamente en la respuesta inicial, el Gobierno espera que, a mediano plazo, el tipo de cambio tienda a la parte baja de la banda, lo que permitiría al BCRA recomponer sus reservas mediante compras en el mercado.
La acumulación de reservas es una meta crucial del acuerdo con el FMI. Un informe de la consultora PxQ estimó que las reservas netas al 11 de abril se ubicaban en -USD 7.400 millones. Para la revisión de junio, el BCRA deberá acumular USD 4.500 millones. Es importante destacar que los desembolsos del FMI y otros organismos no computan para esta meta, lo que obliga al BCRA a adquirir dólares en el mercado oficial. En este contexto, el presidente Javier Milei instó al sector agropecuario a liquidar divisas anticipadamente, ante la perspectiva de una suba en las retenciones en julio.
Junto con los USD 12.000 millones del FMI, se esperan en el corto plazo USD 1.500 millones de otros organismos y la ampliación del préstamo Repo con bancos por USD 2.000 millones. Existe debate en el mercado sobre si estos últimos ingresos podrán ser considerados para el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas.
En su primer día de flotación, el dólar experimentó un movimiento que favoreció a los exportadores, con una mejora estimada del 6,2% respecto al dólar blend anterior. Por otro lado, las importaciones se encarecieron en un 11%, abriendo interrogantes sobre un posible traslado a precios.
El propio FMI, en su informe técnico, había señalado un atraso cambiario de entre el 15% y el 25% al primer trimestre de 2025. La liberación del tipo de cambio parece haber comenzado a corregir esta situación. El BCRA registró un fuerte aumento en el tipo de cambio real multilateral, alcanzando niveles no vistos desde julio pasado.
El desembolso del FMI y la respuesta inicial del mercado marcan un punto de inflexión en la estrategia económica del Gobierno, que ahora deberá demostrar su capacidad para mantener la estabilidad cambiaria y cumplir con las exigentes metas de acumulación de reservas acordadas con el organismo internacional.