El Banco Central ha aumentado significativamente sus compras de dólares y se plantea la posibilidad de permitir a empresas con dividendos atrapados en el cepo acceder al mercado Bopreal.
Hoy, el mercado cambiario oficial experimentó un notable incremento en el volumen operado, lo que permitió al Banco Central reanudar sus compras intensivas después de una breve pausa la semana pasada. En esta jornada, la entidad dirigida por Santiago Bausili adquirió US$304 millones, representando el 52,5% de los US$578,8 millones transados, como parte de sus esfuerzos por aumentar sus reservas, que ya ascienden a US$2896 millones en lo que va del mes y más de US$14.300 millones desde el cambio de gobierno.
Este aumento en las compras se produce en un contexto de demanda contenida por el cepo, influenciada por la recesión y el alto nivel de stock de importaciones acumulado durante el periodo de dólar barato al final del mandato de Alberto Fernández. Además, la demanda se ve diferida por el cronograma de acceso al mercado establecido después de la última devaluación.
La razón detrás del incremento en la oferta no está clara, aunque algunos atribuyen este fenómeno al apetito por el riesgo argentino y a la expectativa generada por un mensaje presidencial anunciado para esa noche. Otros sugieren que podría estar relacionado con el inicio de la temporada de liquidación de la cosecha gruesa, impulsada por los precios del maíz y la soja en los mercados internacionales.
Por otro lado, el Banco Central está considerando permitir que empresas con dividendos atrapados por el cepo en los últimos años puedan girarlos utilizando el título Bopreal. Aunque aún se están evaluando estas posibilidades, la apertura a nuevos compradores podría revitalizar esta operación y ayudar al gobierno a mitigar la demanda de dólares causada por los giros de dividendos y utilidades prohibidos en años anteriores.
Se menciona el precedente de 2016, cuando tras la liberalización del mercado cambiario, las empresas demandaron en el mercado local US$3600 millones para realizar pagos de utilidades aprobados en sus balances, pero retenidos por la normativa cambiaria previa.