Los mercados argentinos atraviesan un período de estabilidad cambiaria, con una marcada tendencia a la baja en los tipos de cambio paralelos y una brecha cambiaria que alcanza su nivel más bajo en cinco años. Este contexto refleja la consolidación de una racha compradora por parte del Banco Central (BCRA) y un aumento en la confianza del mercado hacia la gestión del presidente Javier Milei.
Factores que impulsan la estabilidad cambiaria
- Descenso de los tipos de cambio paralelos
- El dólar blue se ubicó en AR$1.135, mientras que el dólar MEP y el contado con liquidación (CCL) cerraron en AR$1.077,80 y AR$1.113,70, respectivamente.
- Este comportamiento se relaciona con una mayor oferta de divisas por parte de los exportadores y la acumulación de reservas del BCRA.
- Racha compradora del BCRA
- En noviembre, el Banco Central adquirió US$135 millones en un solo día, posicionándose como el segundo mejor noviembre desde 2003 en términos de compras.
- La política de diferenciales positivos entre tasas y crawling peg ha incentivado la liquidación anticipada por parte de exportadores y la postergación de pagos por importadores.
- Confianza en el nuevo gobierno
- Según el economista Federico Glustein, la confianza en el rumbo económico de Milei es un factor clave para la estabilidad de los mercados.
- Las expectativas devaluatorias se alinearon con el ritmo de devaluación controlada del 2% mensual, contribuyendo a una menor presión cambiaria.
Impactos y perspectivas
El economista Gustavo Ber destacó que el actual contexto económico-financiero fomenta una mayor oferta de divisas y permite al BCRA fortalecer sus reservas. Además, las políticas monetarias, como las colocaciones en Lecaps y Boncaps, han reducido rendimientos y estabilizado el mercado financiero.
Desde la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI), se señala que el nivel actual del tipo de cambio, si bien es apreciado, está alineado con la política de desmantelamiento gradual de controles de capitales. Sin embargo, advierten que esta estabilidad podría ser seguida de ajustes, como ocurrió en episodios previos de salto devaluatorio en 2015 y 2023.
Conclusión
La “pax cambiaria” se consolida como una señal positiva para el mercado argentino. No obstante, el desafío radica en mantener esta estabilidad sin generar desequilibrios en el sector externo o recurrir a ajustes abruptos en el futuro. La acumulación de reservas y la confianza en las políticas de Milei serán clave para sostener este panorama en los próximos meses.