Un gran incendio forestal ha causado estragos en la zona norte de Atenas, Grecia, resultando en la muerte de una persona, 71 heridos y la evacuación de 50 mil residentes. Las autoridades griegas están llevando a cabo un amplio operativo para contener las llamas restantes y evitar una mayor propagación.
El fuego, que comenzó el domingo cerca del lago Maratón, avanzó rápidamente por el monte Pendeli debido a los fuertes vientos y las altas temperaturas, afectando varias áreas residenciales y comerciales. A pesar de los esfuerzos de 700 bomberos y el apoyo de casi tres docenas de aviones y helicópteros, el incendio destruyó numerosas viviendas y negocios.
El lunes, los bomberos encontraron el cuerpo calcinado de una mujer atrapada en un edificio industrial en una zona bajo orden de evacuación, lo que subraya la gravedad del desastre.
El cambio climático ha exacerbado la frecuencia e intensidad de los incendios en Grecia, con junio y julio siendo los meses más calurosos registrados en la historia del país. Las condiciones meteorológicas adversas continúan siendo una preocupación, con gran parte del país en alerta roja por riesgo de incendios.
La comunidad internacional ha respondido al llamado de ayuda de Grecia, con países como Francia, Italia, Turquía, Serbia y Rumanía enviando refuerzos, incluidos aviones y equipos de bomberos, para apoyar en las labores de extinción. A pesar de las tensiones habituales entre Grecia y Turquía, ambos países han demostrado su solidaridad frente a este desastre natural, priorizando la colaboración por encima de sus diferencias históricas.
Los bomberos continúan trabajando intensamente, especialmente antes del aumento esperado en la velocidad de los vientos, que podría complicar aún más la situación. La llegada de refuerzos y la disminución temporal de los vientos han permitido un cierto control, pero el riesgo persiste mientras las llamas siguen activas en varias zonas.