El Salvador recibió a más de 200 miembros del Tren de Aragua enviados por el gobierno de Trump y los trasladó al Cecot, su prisión de máxima seguridad. El acuerdo con EE.UU. y las condiciones carcelarias generaron críticas internacionales.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la llegada de 238 presuntos integrantes de la organización criminal venezolana Tren de Aragua, quienes fueron enviados desde Estados Unidos y trasladados inmediatamente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
La noticia fue difundida a través de su cuenta en X, donde compartió un video que muestra el arribo y reclusión de los detenidos en la polémica megacárcel.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, confirmó que, además de los miembros del Tren de Aragua, también fueron deportados a El Salvador varios cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13), quienes enfrentarán la justicia en el país centroamericano.
Estados Unidos financiará la reclusión de los prisioneros
Reportes indican que el gobierno estadounidense destinará 6 millones de dólares para cubrir los costos de encarcelamiento de aproximadamente 300 miembros del Tren de Aragua durante un año.
Bukele comentó en redes sociales que la tarifa pagada por EE.UU. es “baja para ellos, pero alta para nosotros”, y destacó que el trabajo forzado de más de 40 mil reclusos bajo el programa Ocio Cero contribuirá a la autosostenibilidad del sistema penitenciario, cuyo mantenimiento cuesta anualmente 200 millones de dólares.
Además, Estados Unidos entregó a 23 integrantes de la Mara Salvatrucha, entre ellos César Humberto López Larios, alias “El Greñas de Stoner”, un alto mando de la organización criminal acusado de terrorismo en Nueva York.
Condiciones en la megacárcel Cecot
Los reclusos fueron ingresados al Cecot, la prisión de máxima seguridad construida en 2022 para albergar hasta 40 mil prisioneros. El recinto cuenta con ocho pabellones, celdas compartidas por hasta 70 internos y vigilancia permanente. No reciben visitas, no tienen acceso a programas de rehabilitación y permanecen encerrados sin contacto con el exterior.
El modelo carcelario de Bukele ha sido objeto de críticas por parte de organismos internacionales como Human Rights Watch y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, que denuncian la suspensión de derechos fundamentales bajo el régimen de excepción implementado desde 2022.
Sin embargo, el presidente salvadoreño defiende su estrategia, destacando que el país pasó de ser uno de los más violentos del mundo en 2015 a registrar apenas 114 homicidios en 2024, con un promedio de 0,3 asesinatos diarios.