El índice S&P Merval, que había acumulado nueve subas consecutivas, experimentó una caída significativa el miércoles 21 de agosto, en un contexto de toma de ganancias esperada. Este retroceso llevó al índice a perder un 2,3%, situándose en 1.621.075,60 puntos, después de un aumento del 14,3% en las nueve sesiones previas. Además, el riesgo país, medido por el JP Morgan, superó los 1.500 puntos básicos, alcanzando los 1.525 puntos.
Los bonos en dólares también cerraron en rojo, con descensos de hasta 2,7%, liderados por el Global 2038 y Global 2046. En paralelo, los ADRs argentinos en Wall Street registraron caídas de hasta 3,8%, encabezadas por Edenor, mientras que algunos activos, como Despegar, mostraron leves subas.
Este ajuste en el mercado local ocurrió en un marco internacional donde los mercados emergentes continuaron su rally, aunque los activos argentinos se vieron afectados por factores específicos del país. Además, se publicaron las actas de la última reunión de la Fed, sugiriendo un posible recorte de tasas en septiembre, lo que podría tener implicaciones adicionales en los mercados.
Por otra parte, los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC revelaron una contracción de la economía en junio, interrumpiendo el rebote observado en mayo. Este retroceso económico, junto con la revisión a la baja de los datos del segundo trimestre, agrega incertidumbre al panorama económico y financiero de Argentina.