El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de noviembre se ubicó en el 2,4%, marcando una desaceleración significativa y acumulando un 166% en términos interanuales. Este dato refuerza la estrategia del gobierno liderado por Javier Milei para reducir el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial y avanzar hacia la liberalización del mercado cambiario.
Clave en la estrategia económica
El presidente Milei ha condicionado la reducción del crawling peg —la devaluación regulada del peso— al mantenimiento de una inflación mensual cercana al 2,5% durante tres meses consecutivos. Según el mandatario, en ese contexto sería posible disminuir la devaluación al 1% mensual y avanzar hacia un régimen cambiario sin restricciones, con el objetivo de estabilizar el costo de vida.
El dato de noviembre sigue la tendencia de octubre, cuando la inflación se ubicó en 2,7%. Según proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, diciembre podría cerrar con un 2,9%, lo que colocaría la inflación anual en 118,8%.
Desafíos a nivel local
Sin embargo, el panorama no es uniforme. En la Ciudad de Buenos Aires, el índice de precios al consumidor de noviembre fue del 3,2%, manteniéndose al mismo nivel que en octubre. Los rubros que más impulsaron los precios en esta región fueron Transporte, Salud y servicios básicos como agua, electricidad y gas.
Este dato genera preocupación en la Casa Rosada, ya que podría reflejar un estancamiento en la tendencia a la baja de la inflación, lo que complicaría los objetivos del Gobierno.
Perspectiva futura
El equipo económico confía en que la desaceleración inflacionaria se mantenga, especialmente ante la relevancia de este indicador para implementar los cambios estructurales en el mercado cambiario y lograr estabilidad económica. Las próximas semanas serán clave para evaluar si el índice de precios logra consolidarse por debajo del 3% y permite avanzar con las medidas previstas.
