El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró este jueves que su país no aceptará negociaciones bilaterales entre sus aliados y Rusia sin su participación. Además, afirmó que quiere acordar un plan con Estados Unidos para detener a Vladímir Putin antes de cualquier conversación sobre el fin del conflicto.
Prioridad en el diálogo con Washington
Durante una visita a una central nuclear en la región de Jmelnitski, Zelenski subrayó la importancia de la cooperación con Estados Unidos: “Los contactos entre Ucrania y Estados Unidos son prioritarios para nosotros. Solo después de establecer un plan para detener a Putin, será oportuno hablar con los rusos”, declaró.
Estas declaraciones llegan tras los recientes contactos del presidente estadounidense, Donald Trump, quien primero conversó con Putin y luego con Zelenski. El líder ucraniano calificó este gesto como “poco agradable”. Además, se espera que Zelenski se reúna en Múnich con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Reacciones internacionales
El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, minimizó el impacto de la comunicación entre Trump y Putin, asegurando que no representa una “traición” a Ucrania. Sin embargo, el gesto generó preocupación entre los aliados europeos, especialmente en Alemania.
Por otro lado, el enviado de Trump para la guerra en Ucrania, Keith Kellogg, ha insistido en la necesidad de que Ucrania celebre elecciones lo antes posible. La legitimidad del mandato de Zelenski ha sido cuestionada por Putin, ya que su periodo presidencial terminó en mayo de 2024. Sin embargo, la Constitución ucraniana prohíbe la realización de elecciones bajo ley marcial, permitiendo que Zelenski continúe en el poder hasta que se restablezcan las condiciones para una votación democrática.
Un futuro incierto
Con la guerra en curso y las presiones internacionales sobre Ucrania, Zelenski busca consolidar una estrategia con Washington antes de abrir cualquier canal de diálogo con Rusia. En este contexto, las próximas reuniones con líderes occidentales serán clave para definir los siguientes pasos en la crisis.