La vicepresidenta Victoria Villarruel decidió mantener inactiva la actividad legislativa en el Senado, evitando la convocatoria a la Comisión de Labor Parlamentaria y una posible sesión para debatir temas sensibles, como el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre la renegociación de la deuda pública impulsado por el Gobierno. Esta decisión busca evitar riesgos políticos y económicos para la gestión nacional.
Última actividad del período ordinario
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, presentó este miércoles su informe de gestión ante la Cámara Alta, marcando la clausura del período legislativo ordinario. Desde el 1 de diciembre, el Senado sólo podrá reunirse por convocatoria del Poder Ejecutivo en sesiones extraordinarias para tratar temas propuestos por la Casa Rosada.
Fuentes cercanas a Villarruel señalaron que la decisión de cerrar la actividad busca prevenir sorpresas, ya que el bloque de Unión por la Patria está a pocos votos de alcanzar la mayoría necesaria para rechazar decretos clave. La experiencia previa, como el rechazo al DNU 70/2023 en marzo, motivó esta estrategia.
Contexto político y tensiones internas
La decisión de Villarruel llega tras declaraciones de Javier Milei, quien marcó distancia con su vicepresidenta, indicando que ella “no participa en decisiones de Gabinete” y señalando diferencias de visión dentro del gobierno. Estas tensiones internas, junto con la presión del kirchnerismo para debatir temas como el DNU de la deuda, influyeron en la decisión de suspender la actividad parlamentaria.
El oficialismo considera que evitar un debate sobre la deuda es crucial para preservar la estabilidad económica en un contexto de calma financiera, con el dólar estable y la mejora de activos argentinos.
Un gesto hacia la distensión política
La medida también puede interpretarse como un intento de desescalar las tensiones entre los sectores libertarios y kirchneristas en un momento delicado para la política nacional. Con esta decisión, el gobierno busca minimizar riesgos antes de fin de año y asegurar un clima más controlado de cara al próximo período legislativo.
