La DANA que golpeó a España ha dejado una ola de destrucción y muerte en Valencia y otras provincias, sumiendo al país en una tragedia de magnitudes nunca antes vistas.
Impacto humano y material devastador
El número de fallecidos asciende a casi un centenar, con decenas de desaparecidos y daños materiales incalculables. En localidades como Paiporta, el nivel del agua alcanzó los dos metros, dejando familias atrapadas, hogares destruidos y escenas desoladoras. Paula Sánchez, testigo de la tragedia, describió: “Todo Paiporta está destrozado, parece que hayan caído bombas”.
Rescate y supervivencia
La UME despliega sus efectivos para rescatar a miles de personas que esperaban en techos de edificios y vehículos. Pueblos enteros permanecen incomunicados, sin electricidad ni agua potable. Según Rubén del Campo de la AEMET, la intensidad de la lluvia fue “capaz de provocar daños catastróficos”, algo que los residentes confirman con historias de valentía y supervivencia.
Una tragedia nacional
Desde la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, advierten de secuelas psicológicas significativas. La situación sigue generando un estado de shock y ansiedad en los habitantes, con efectos duraderos.
La solidaridad se hace sentir en toda España. Los cuerpos de emergencia y voluntarios se movilizan mientras la DANA podría persistir en otras zonas del país, dejando la incertidumbre y el luto como testimonio de un desastre sin precedentes.