Una investigación académica realizada en 2012 por Paula Zapperi, doctora en geografía y docente de la Universidad Nacional del Sur e investigadora adjunta del Conicet, había anticipado el potencial impacto devastador de una inundación en Bahía Blanca, similar a la ocurrida recientemente.
Zapperi, expresó su consternación al presenciar los daños y el desconcierto de los habitantes de la ciudad. Señaló que el fenómeno climático extremo de la semana pasada se inscribe en un contexto de cambio climático global, que está intensificando la frecuencia y severidad de estos eventos.
La geógrafa explicó que la inundación no tiene una causa única, sino que es el resultado de una combinación de factores, incluyendo la ocurrencia de lluvias torrenciales con períodos de retorno prolongados, como las que se esperan cada 100 años.
Zapperi también destacó la importancia de considerar las características geográficas de Bahía Blanca, que presenta áreas con dificultades para el drenaje del agua, lo que aumenta su vulnerabilidad a las inundaciones. Recordó que la ciudad ha experimentado inundaciones desde principios del siglo XX.
La investigadora enfatizó la necesidad de implementar medidas de respuesta a la emergencia y de prevención a largo plazo, basadas en un análisis de riesgos. Aclaró que la información errónea sobre el número de víctimas mortales se debe a una confusión con un evento diferente ocurrido en 2023.
Zapperi advirtió que el cambio climático podría aumentar la frecuencia de eventos meteorológicos extremos en Bahía Blanca, y expresó su frustración por la falta de acción de las autoridades para implementar los cambios necesarios. Señaló que la complejidad política y decisional dificulta la adopción de medidas preventivas.
