Caracas. – La ONG Foro Penal informó que en lo que va de 2025 ha contabilizado 83 detenciones políticas en Venezuela, incluidas las de un extranjero, un adolescente y trece mujeres. La mayoría de los arrestos ocurrieron en el contexto de protestas contra el supuesto fraude electoral en las presidenciales del 28 de julio, donde la oposición reclama la victoria de Edmundo González Urrutia.
Jornadas de represión y denuncias internacionales
El día más represivo fue el 9 de enero, con 46 detenciones durante una movilización de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) en Caracas y otras ciudades. Entre los arrestados figuran el activista Carlos Correa, cuyo paradero es desconocido, y Rafael Tudares, yerno del líder opositor González Urrutia, quien denunció un “secuestro”.
El estado Zulia reportó el mayor número de arrestos (18), seguido de Trujillo (14) y Caracas (10). Según la exdiputada María Corina Machado, varios de sus colaboradores fueron aprehendidos por “las fuerzas represoras de Maduro”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “profunda preocupación” por las detenciones arbitrarias y la persecución de opositores, mientras que la Unión Europea instó a la liberación inmediata de los presos políticos.
Cifras alarmantes de detenciones
Foro Penal indicó que 1.697 personas están detenidas por motivos políticos, cifra récord en el siglo XXI. El desglose incluye 1.495 hombres, 202 mujeres y tres adolescentes de entre 14 y 17 años.
Aunque el fiscal general del régimen, Tarek William Saab, afirmó que 1.515 personas han recibido medidas cautelares, Foro Penal no ha confirmado estos datos.
Reacciones y contexto
El Consejo Universitario de la Universidad Central de Venezuela denunció una “campaña de intimidación” contra defensores de derechos humanos y manifestantes. Por su parte, el Tribunal Supremo en el exilio exhortó a las Fuerzas Armadas a defender la Constitución tras la polémica juramentación de Maduro para un tercer mandato, calificado por la oposición como un “golpe de Estado”.
Estas acciones refuerzan las críticas internacionales sobre la represión en Venezuela, evidenciando un panorama político y social cada vez más tenso.