El último día hábil de septiembre trajo consigo una sorpresiva caída de USD 2.000 millones en las reservas del Banco Central, lo que generó inquietud en el ámbito financiero. Aunque desde el organismo atribuyeron esta reducción a ajustes de “contabilización”, analistas del mercado sugieren que la verdadera causa estaría relacionada con una reposición de encajes solicitada por los bancos para afrontar los retiros vinculados al blanqueo de capitales.
Según fuentes del Banco Central, parte de esta baja responde al pago de una deuda de USD 300 millones y a pérdidas en la valuación de las monedas que componen las reservas, como el dólar, yuan, euro y yen. No obstante, esta explicación fue calificada como insuficiente por expertos, quienes advirtieron que los bancos solicitaron la devolución de una porción de sus encajes inmovilizados para garantizar la liquidez del sistema ante los retiros de los dólares del blanqueo.
A pesar de la caída en las reservas, el riesgo país mostró un comportamiento positivo, cerrando por debajo de los 1300 puntos. Esto se atribuyó a rumores sobre un posible acuerdo de financiamiento con un banco extranjero, que permitiría al Gobierno acceder a un crédito en condiciones favorables.
En cuanto a las metas pactadas con el FMI, el Gobierno cumplió con los objetivos de superávit fiscal y emisión monetaria, pero aún está pendiente el cumplimiento de la meta de reservas, a las que le faltan USD 2.000 millones para alcanzar los niveles establecidos.
El ingreso de divisas por el blanqueo de capitales y el saldo favorable en las intervenciones cambiarias, que generaron un saldo de USD 373 millones en septiembre, son considerados factores clave para la evolución de las reservas en el próximo trimestre.
