Según un informe de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente a diciembre mostró una leve caída del 0,3% en comparación con noviembre y una baja del 7,1% en términos interanuales. Sin embargo, el nivel de confianza en la gestión de Javier Milei aún supera en un 6,7% y 43,5% a los índices registrados al cierre del primer año de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, respectivamente.
Detalles del informe
El ICG, medido en una escala de 0 a 5, se elabora desde noviembre de 2001 mediante encuestas de opinión pública a nivel nacional. En diciembre, el índice se ubicó en 2,66 puntos, superando el promedio de 2,53 puntos de los primeros 13 meses de la gestión de Milei.
Variaciones por segmento demográfico
La confianza en el Gobierno fue mayor entre:
- Hombres, en comparación con mujeres.
- Jóvenes de entre 18 y 29 años.
- Residentes del interior del país frente a los de CABA y el GBA.
- Personas con educación terciaria o universitaria.
- Aquellos que no han sido víctimas de delitos en el último año.
- Ciudadanos optimistas respecto a la situación económica del país en el próximo año.
Componentes del índice
El ICG se desglosa en cinco componentes, de los cuales solo uno mostró un aumento en diciembre:
- Capacidad para resolver problemas del país: 3,13 puntos (+2,0%).
- Honestidad de los funcionarios: 2,92 puntos (-0,2%).
- Evaluación general del gobierno: 2,44 puntos (-1,0%).
- Eficiencia en la administración del gasto público: 2,61 puntos (-1,1%).
- Preocupación por el interés general: 2,19 puntos (-2,0%).
Optimismo económico y confianza
La confianza es significativamente más alta entre quienes creen que la economía mejorará en el próximo año (4,18 puntos, aunque con una baja del 1,9%), en comparación con quienes consideran que se mantendrá igual (2,18 puntos, -4,8%) o empeorará (0,52 puntos, +13%).
Pese a la ligera caída mensual, el índice de confianza refleja un desempeño positivo en términos comparativos con gestiones anteriores, aunque persisten desafíos en áreas clave como la eficiencia en el gasto público y la percepción de honestidad de los funcionarios.