Este hito pone fin a un proceso que enfrentó varios desafíos, incluida la compleja negociación con Turquía a principios de año.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó este acontecimiento como “histórico” para la nación. Suecia tuvo que superar varios obstáculos para unirse al pacto militar, entre ellos la necesidad de obtener la aprobación unánime de todos los miembros, incluido el político nacionalista húngaro Viktor Orbán.
La postulación de Suecia para unirse a la OTAN se produjo en mayo de 2022, en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Este proceso se llevó a cabo paralelamente con el de Finlandia, que fue admitida en abril de 2023. La reciente visita del primer ministro sueco a Budapest contribuyó a mejorar las relaciones entre ambos países, más allá de las discrepancias políticas.
Aunque Orbán siempre expresó su apoyo a la entrada de Suecia en la OTAN, la votación se pospuso en varias ocasiones, en parte debido a demandas relacionadas con la política interna húngara. Sin embargo, la compra de aviones de combate a Suecia por parte de Hungría y otras consideraciones estratégicas parecen haber allanado el camino hacia la aprobación.
Para algunos observadores, la demora en la aprobación por parte de Hungría pudo haber sido una estrategia para negociar con la Unión Europea la liberación de fondos congelados, mientras que otros sugieren motivos relacionados con la seguridad y las relaciones con Rusia y Turquía.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el alto representante de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, elogiaron la entrada de Suecia en la OTAN, destacando su fortalecimiento tanto del bloque europeo como de la alianza transatlántica.
Una vez promulgada la ley por el presidente, Suecia deberá enviar los documentos de ratificación a Washington para formalizar su membresía como el trigésimo segundo miembro de la OTAN. Este paso simbólico culminará con la ceremonia de izado de la bandera sueca en la sede de la OTAN en Bruselas, junto con las de los demás aliados.
La decisión de Suecia de unirse a la OTAN representa un cambio significativo en su política de seguridad, que se mantuvo neutral durante décadas. Este movimiento geopolítico también tiene implicaciones para Rusia, ya que aumenta la presencia de la OTAN en el mar Báltico, siendo descrito por algunos analistas como un “lago de la OTAN”.