Pocas horas después de revelar su retirada, Margarita de Dinamarca ha iniciado las despedidas oficiales en compañía de sus herederos.
La cuenta atrás para el relevante día de Federico de Dinamarca ha comenzado. Tras el anuncio de la abdicación de Margarita II, programada para el 14 de enero próximo, todas las miradas se centran en su hijo y heredero, quien ha vuelto a la escena junto a su madre en la noche del 1 de enero para participar en una tradición: la cena de gala con la que la familia real da la bienvenida al Año Nuevo.
Esta ceremonia tuvo lugar en el Palacio de Amalienborg y forma parte de las festividades de Año Nuevo. En ella, se celebra el inicio del nuevo año en compañía de los miembros del Gobierno y representantes del país, en particular los Cuerpos de Oficiales, el Cuerpo Diplomático, las Fuerzas Armadas y la Agencia Danesa de Emergencias, quienes se reúnen con la realeza para disfrutar de una velada que este año ha adquirido un carácter aún más especial.
Aunque no se ha hecho un anuncio oficial sobre la próxima retirada de la soberana, resulta evidente que su heredero y su esposa están notablemente felices ante su inminente protagonismo. Esto contrasta con las semanas anteriores, en las que la pareja experimentó tensiones tras la difusión de las controvertidas fotografías de Federico junto a Genoveva Casanova en Madrid.
Con la polémica ya olvidada, todos los miembros de la familia real se centran en la despedida de Margarita y la llegada del gran día de Federico. Fueron recibidos con un fuerte aplauso por parte de los ciudadanos presentes, quienes desafiaron la lluvia para poder contemplar de cerca a la soberana y a los príncipes.
Mary de Dinamarca exhibió una vez más su elegancia con un vestido granate de cola larga y escote en forma de barco de la firma danesa Birgit Hallstein, combinado con la tiara floral de rubíes. Federico, por su parte, lució el uniforme de oficial del ejército. Margarita optó por un vestido anaranjado que combinó con un abrigo amplio en gris para protegerse del frío.
Este vestido de Birgit Hallstein, estrenado por Margarita en la cena de Año Nuevo de 2005, ha sido modificado a lo largo de los años, ajustando parte del escote y añadiendo un cinturón para adaptarlo a su estilo. En cuanto a las joyas, Margarita llevó una de sus tiaras preferidas, conocida como Rubíes o Grosellas, una de las más destacadas del joyero real danés, confeccionada en 1804 con brillantes y rubíes.
Nueva etapa
Margarita de Dinamarca ha convertido a su país en el foco de atención tras el anuncio realizado en la noche del 31 de diciembre. Durante el tradicional discurso de fin de año, similar al que realiza Felipe VI en Nochebuena, la soberana del país nórdico comunicó su abdicación. “El 14 de enero de 2024, 52 años después de suceder a mi amado padre, renunciaré como reina de Dinamarca. Dejaré el trono a mi hijo, el príncipe heredero Federico”, expresó.
Según explicó, la operación de espalda a la que se sometió en febrero pasado la llevó a reflexionar sobre el futuro y si había llegado el momento de ceder la responsabilidad a la siguiente generación. También mencionó que el tiempo ha causado un “desgaste” en ella y que ya no puede enfrentar las responsabilidades de la misma manera que antes. A partir del 14 de enero, su hijo y primogénito, el controvertido Federico, estará al frente del reino.
