El gobierno de Pedro Sánchez impulsa una medida clave para su coalición, aunque aún debe superar el debate en el Congreso
Madrid, 4 de febrero de 2025 – El Ejecutivo español aprobó este martes la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales sin afectar los salarios. La iniciativa, promovida por el gobierno de coalición liderado por el presidente Pedro Sánchez y respaldada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, marca un hito en el ámbito laboral del país. Sin embargo, la medida aún debe ser ratificada por el Congreso, donde enfrenta resistencias.
Un paso hacia la modernización laboral
La decisión fue adoptada en la reunión semanal del Consejo de Ministros mediante un decreto impulsado por Díaz, quien también ocupa el cargo de vicepresidenta y es referente del partido Sumar. Durante la presentación, la funcionaria destacó que esta reforma busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, aumentar la productividad y actualizar el modelo laboral español.
“Hoy es un día importante para el país”, afirmó Díaz en conferencia de prensa. “Esta medida demuestra que el trabajo es un medio y no una mercancía. Las personas no viven para trabajar, sino que trabajan para vivir”, agregó.
Desde la última modificación de la jornada laboral en España han pasado más de cuatro décadas, lo que refuerza el carácter histórico de la iniciativa. Según la ministra, reducir las horas semanales permitirá que el país sea más eficiente sin comprometer la competitividad de las empresas.
Resistencia del sector empresarial
El decreto cuenta con el respaldo de los principales sindicatos, pero las organizaciones empresariales han mostrado su rechazo. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) considera que la medida incrementará los costos para las compañías y afectará la competitividad del sector privado.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, argumentó que la reducción de la jornada debería ser negociada en cada sector en lugar de imponerse por ley. Además, advirtió que podría generar dificultades para algunas empresas y aumentar la inflación.
A pesar de estas preocupaciones, el gobierno sostiene que el crecimiento económico del país respalda la implementación de la reforma. En 2024, España registró un crecimiento del 3,2%, superando las expectativas de los analistas, y para 2025 se estima un avance del 2,6%.
Un desafío en el Congreso
El siguiente paso será la aprobación parlamentaria, un proceso que no está garantizado debido a la falta de mayoría absoluta del gobierno. Algunas formaciones políticas aliadas, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts per Catalunya (JxCat), han mostrado reservas sobre la propuesta, lo que podría complicar su respaldo en el Congreso.
A pesar de ello, Díaz se mostró optimista y aseguró que el gobierno está abierto al diálogo con todas las fuerzas políticas. “Las formaciones no amenazan, negocian. Vamos a seguir trabajando para lograr los acuerdos necesarios”, afirmó.
La medida, que impactará a aproximadamente 12 millones de trabajadores del sector privado, podría suponer un cambio significativo en el mercado laboral español. No obstante, su futuro dependerá de las negociaciones que se desarrollen en las próximas semanas en el Congreso.
