Como resultado de las medidas impositivas recientes adoptadas por el Gobierno y el ajuste en los márgenes de beneficio establecidos por las empresas petroleras.
Desde la medianoche, el costo de los combustibles líquidos en todas las estaciones de servicio del país ha aumentado en un promedio del 7,5%, como consecuencia directa de las actualizaciones impositivas implementadas por el Gobierno y los ajustes en los márgenes de beneficio determinados por las compañías petroleras.
Conforme al plan previamente anunciado, este mes marca el inicio de la segunda fase, de un total de cuatro, de la actualización gradual de los impuestos sobre los combustibles líquidos y el dióxido de carbono asociado a las naftas y el gasoil. Este plan incluye un esquema para el traslado progresivo de los cargos pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023.
Esta actualización de impuestos representa un incremento del 4% en el precio final, mientras que el resto del aumento se atribuye a los cambios en los precios de los biocombustibles, las fluctuaciones en el tipo de cambio y el costo del crudo a nivel internacional.
En base a estos factores, se ha determinado un aumento del 7,5% en los precios de los principales operadores del mercado, incluyendo a YPF, Shell (cuya licencia en el país es operada por Raizen), Axion y Puma, que en conjunto controlan el 95% del mercado.
Como resultado, los precios de referencia para los combustibles en las estaciones de servicio de YPF en la ciudad de Buenos Aires a partir de hoy son los siguientes: 800 pesos para la nafta súper, 987 para la nafta premium, 914 para el diesel ultra y 1073 para el diesel premium.
La corrección impositiva se completará en dos etapas: el 1° de abril y el 1° de mayo, seguida de una nueva actualización en junio conforme al Índice de Precios al Consumidor del primer trimestre de 2024, según lo establecido por la legislación tributaria que establece ajustes trimestrales.
Desde mediados de diciembre, los aumentos en los precios de los combustibles han impactado en aproximadamente el 95% de las ciudades del país y han contribuido a una significativa disminución en la demanda durante enero, con caídas de hasta un 25% en los productos premium de algunas compañías.
Durante ese primer mes, las ventas totales de naftas y gasoil alcanzaron los 1.466.484 m3, reflejando una disminución del 5,7% en comparación con los 1.556.128 m3 de enero de 2023, y una caída del 7,5% en comparación con los 1.585.783 m3 vendidos en diciembre pasado, según datos proporcionados por la Secretaría de Energía.
El año pasado finalizó con un aumento del casi 2% en los últimos doce meses en comparación con 2022.
