Con la cercanía de la Semana Santa, crece la expectativa sobre la salud del sumo pontífice, quien se encuentra en proceso de recuperación tras una compleja afección respiratoria.
El Vaticano estima dos meses de convalecencia
El Papa Francisco recibió el alta tras más de un mes de internación en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral agravada por otras infecciones. Actualmente, se encuentra en la residencia de Santa Marta, donde continuará su recuperación bajo supervisión médica.
Según el informe médico, el pontífice necesitará al menos dos meses para restablecerse completamente. Durante este período, seguirá un tratamiento con terapia farmacológica y fisioterapia respiratoria para recuperar su voz y fortalecer su movilidad.
Momentos críticos y una decisión clave
Los médicos que atendieron al Papa, Sergio Alfieri y Luigi Carbone, revelaron que su estado de salud tuvo dos episodios críticos, siendo el más grave el 28 de febrero, cuando sufrió una crisis de broncoespasmo.
“Hubo un momento en que debimos decidir entre detener el tratamiento y dejarlo ir, o aplicar todos los recursos médicos disponibles, asumiendo riesgos. Finalmente, fue el Papa quien decidió continuar con la terapia”, explicó Alfieri en una entrevista con “Il Corriere della Sera”.
El Vaticano evalúa alternativas para Semana Santa
Dado el estado de salud del pontífice, el Vaticano analiza un “Plan B” para las celebraciones de Semana Santa. Durante la misa del Miércoles de Ceniza, el cardenal Angelo De Donatis representó al Papa, lo que podría repetirse en las próximas ceremonias.
Aunque no hay decisiones definitivas, se especula que otras figuras eclesiásticas, como el Secretario de Estado Pietro Parolin, podrían asumir un papel central en los eventos litúrgicos. La Santa Sede ha señalado que cualquier ajuste dependerá de la evolución del Papa en las próximas semanas.