Ha permitido que el tipo de cambio aumente en $3,85 después del fin de semana; si se proyecta, esto representaría un ajuste del 14,6% en el transcurso del mes.
Lo que antes parecía una percepción se está convirtiendo en una realidad: con las reservas agotadas en el Banco Central (BCRA) y un desembolso ya comprometido por parte del FMI, aunque sujeto a la implementación de ciertos ajustes, el Gobierno parece aceptar resignadamente la necesidad de aprobar la mayor devaluación del peso durante la administración de Fernández.
En otras palabras, aunque de manera tardía, el dólar oficial se ha unido a la implacable carrera de aumento de precios en la economía local.
La confirmación de este dato se dio cuando la entidad financiera permitió que el dólar mayorista vendedor, que había cerrado a $279,35 por unidad el viernes pasado, finalizara la jornada de este lunes en $283,20. Esto representa un aumento de $3,85 (+1,38%) desde el fin de semana, lo que equivale a un incremento de $1,283 por día. Este aumento es ligeramente superior a la corrección de $1,25 observada en la última jornada de la semana anterior.
Gustavo Quintana, operador de PR Cambios, señaló que esta corrección al alza al comienzo de la semana es la más pronunciada desde agosto de 2019, exceptuando aquellas que siguieron a semanas reducidas debido a feriados, durante las cuales los días de actividad cambiaria son limitados.
“El tipo de cambio conocido como A 3500 experimentó un incremento a una tasa proyectada del 14,6% mensual o del 425,1% anual. En términos de promedios móviles mensuales, en las últimas 5 jornadas aumentó un 12,2%, en las últimas 10 un 9,5% y en las últimas 50 un 7,8%”, destacó Salvador Vitelli, economista de Romano Group. Agregó además: “Esta es la quinta jornada consecutiva con aumentos significativos en el valor del dólar oficial en comparación con los ritmos previos. Es la segunda subida diaria más pronunciada desde el pico de octubre de 2020”.
Por su parte, Bruno Panighel, economista de ParaKett Capital, comentó: “El crawling peg muestra un aumento considerable si tenemos en cuenta los días del fin de semana”.
Estas mediciones y observaciones confirman que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha acelerado notoriamente en el transcurso de este mes el ritmo del crawling peg, superando claramente la inercia inflacionaria de la economía. Esto podría incluso impulsar un aumento adicional en la inflación.
En el mercado, se interpreta este ajuste en la política cambiaria oficial como un mensaje dirigido al Fondo Monetario Internacional (FMI). Es importante recordar que el FMI venía solicitando una actualización en el tipo de cambio para que el peso pueda recuperar parte de la competitividad perdida en los últimos años y para reducir la continua pérdida de reservas.
Después de todo, se sabe que, a pesar del anuncio de un entendimiento técnico, la aprobación final del desembolso cada vez más necesario de $7500 millones está condicionada a la aprobación por parte del directorio del organismo. Curiosamente, esta aprobación se ha programado para después de las elecciones primarias presidenciales de este fin de semana. Según fuentes cercanas a las negociaciones en Washington en semanas anteriores, la aprobación final del acuerdo estaba condicionada al cumplimiento de una serie de medidas por parte de la administración Fernández para asegurar el logro de las nuevas metas contempladas en el acuerdo.
Esta nueva aceleración en la devaluación del peso ocurrió en la jornada de cambio menos productiva para la búsqueda de la acumulación de reservas desde el relanzamiento del Programa de Incentivo Exportador (PIE) con un dólar a $340, que por primera vez incluyó a los productores de maíz entre los beneficiarios.
De hecho, el Banco Central apenas logró adquirir cerca de 21 millones de dólares a través de sus acciones en el mercado. Esta cantidad es la más baja comprada durante este mes y representa menos del 5% del total de 439,6 millones de dólares negociados el día lunes en el mercado de transacciones inmediatas.
A pesar de todo esto, el dólar proveniente del sector agrícola contribuyó con unos 132,3 millones de dólares al mercado en esta jornada, un incremento del casi 34% en comparación con el viernes anterior. Esta suma aumenta la cifra acumulada del programa a 1745 millones de dólares, lo que corresponde al 87% de la meta de 2000 millones de dólares. La Bolsa de Comercio de Rosario se encargó de resaltar este dato en su informe del día.
A pesar de estos desarrollos, han surgido nuevas denuncias sobre demoras en el pago de ciertos permisos de importación que ya habían sido aprobados. “Hay novedades en el ámbito del comercio exterior: están reajustando los plazos para los pagos de importaciones SIRA, SIRASE y Rég. Courier. Era una situación previsible. Durante la semana pasada, el validador utilizado por los bancos para procesar los pagos internacionales prácticamente no funcionó, lo que llevó a la suspensión de muchos pagos al extranjero”, señaló Hernán Cornejo en Twitter, como un ejemplo.
Por lo pronto, con el nuevo incentivo vía precio a la oferta el Central ya pudo recomprar en lo que va del mes unos US$1295 millones mediante intervenciones del mercado. Es un monto significativo pero que resulta a la vez insignificante cuando se observa que -por la mala administración de la política cambiaria- el ente monetario llegó a esta instancia con una posición de reservas netas negativa en unos US$9600 millones.

Todo eso, conviene tener presente, sin considerar que asumió una deuda con importadores que ya supera los US$15.000 millones, lo que da una idea de la situación que se atraviesa y explica el grado de nerviosismo que ganó en las últimas semanas al mercado (expresado en los récords del dólar blue, por caso), algo que excede incluso a la coyuntura eleccionaria.