Desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) han expresado su rechazo a la Ley Finocchiaro, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados esta semana. Según la institución, la propuesta del exministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, “limita el derecho a huelga” y utiliza a los docentes como “chivo expiatorio” en el debate sobre la calidad educativa.
Paula Fainsod, directora del Departamento de Ciencias de la Educación de la UBA, argumentó que la ley no aborda las verdaderas emergencias en el sistema educativo, como la caída del poder adquisitivo de los salarios docentes, la eliminación del Fondo de Incentivo Docente (FONID), y la falta de profesionales en ciertas regiones. Estas problemáticas, sostiene, son factores determinantes que afectan la calidad educativa y la estabilidad laboral.
Fainsod también destacó que la ley fragmenta a la comunidad educativa, enfrentando a docentes y familias, mientras que invisibiliza los reclamos que han llevado al sistema educativo a un estado crítico. “La presencia no garantiza la calidad”, afirmó, señalando que la mejora de la educación debe enfocarse en otros aspectos más fundamentales.
La facultad subrayó la necesidad de revisar y fortalecer la carrera docente, debido a la creciente deserción en los espacios de formación y la falta de incentivos para los estudiantes. La ley, según los académicos, no contribuye a consolidar el derecho a la educación, sino que más bien se centra en regular el derecho a huelga, lo cual consideran contraproducente para el verdadero progreso educativo.