El juez federal Ariel Lijo se presentó ante la Comisión de Acuerdos del Senado en un clima de alta tensión política debido a la postura del bloque kirchnerista de no apoyar su candidatura hasta que el Gobierno no acceda a negociar. Durante la audiencia, Lijo defendió su postulación a la Corte Suprema, agradeciendo al presidente por la nominación y describiéndola como el máximo desafío para un abogado.
La reunión, que duró ocho horas, incluyó interrogatorios sobre temas como la dolarización, la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y la idoneidad moral del juez. Aunque recibió críticas de senadores como Carolina Losada, quien cuestionó su aptitud para el cargo y la falta de mujeres en la Corte, Lijo reafirmó su posición y evitó confrontar directamente las críticas hacia la actual mayoría de la Corte Suprema.
Lijo rechazó categóricamente las acusaciones de falta de idoneidad moral, defendiendo su integridad a pesar de las denuncias en su contra. Ante preguntas sobre su desempeño, señaló que ha respondido a todas las dudas y que cualquier acusación debe ser resuelta por el Consejo de la Magistratura.
La audiencia culminó con un intercambio tenso sobre temas sensibles como la dolarización, donde Lijo evitó dar una postura firme, y la cuestión de la paridad de género en la Corte Suprema, que fue otro de los puntos críticos planteados durante la sesión.
