La nave espacial más distante de la Tierra, luego de implementar una solución creativa para resolver problemas de transmisión de datos a bordo.
Ubicada a unos 24.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y con 46 años de edad, la Voyager 1 ha presentado diversos problemas técnicos a lo largo de los años, manifestando signos de envejecimiento.
El último inconveniente surgió en noviembre de 2023, cuando el sistema de datos de vuelo comenzó a transmitir un patrón de código repetitivo e ininteligible. Este sistema recopila información científica y de ingeniería de la nave, la cual es enviada a la Tierra en forma de código binario.
A pesar de que la sonda continuó enviando una señal constante, esta no transportaba datos utilizables debido a un bloqueo en el sistema de datos de vuelo. Sin embargo, el 20 de abril, los ingenieros recibieron datos coherentes sobre el estado y la salud de la Voyager 1, indicando que la nave está operando correctamente.
El éxito se logró mediante un proceso de prueba y error, identificando y solucionando un problema en un chip de memoria dañado que afectaba la transmisión de datos. Aunque no se pudo reparar el chip, se reubicó el código afectado en otra parte de la memoria, permitiendo restablecer la comunicación con la sonda.
Este logro destaca la habilidad del equipo de la misión para resolver problemas técnicos a una distancia tan considerable, reflejando el compromiso continuo con la exploración espacial.