Los investigadores han descubierto indicios que sugieren que el suministro de agua en el cráter denominado “Gale” en Marte persistió durante un período más prolongado de lo que se creía anteriormente, lo que desafía la idea previa de que el planeta se había vuelto completamente seco e inhóspito.
Previamente se sabía que hace miles de millones de años, el cráter Gale albergaba un lago, pero se creía que el agua desapareció hace mucho tiempo debido a los cambios climáticos en Marte. Sin embargo, este reciente hallazgo indica que la desaparición del lago ocurrió más recientemente de lo estimado.
Los científicos reconocen que la mayor parte del agua superficial en Marte se perdió durante el periodo Hesperiano, que tuvo lugar hace entre 3700 y 3000 millones de años. Este periodo marcó una transición en la historia del planeta, pasando de un entorno más húmedo y posiblemente más cálido a uno más seco y frío.
Los investigadores del Imperial College de Londres, analizando datos y imágenes captadas por el rover Curiosity de la NASA, han observado capas de arena deformadas dentro del cráter Gale, indicando la presencia pasada de agua. Estos hallazgos sugieren que el agua podría haber estado presente bajo la superficie de Marte hasta periodos más recientes.
Aunque se confirma la presencia de agua, aún existe incertidumbre sobre si esta era líquida, hielo o salmuera. Sin embargo, el agua parece ser un factor clave en la formación de las características observadas en las capas de arena.
Este descubrimiento tiene implicaciones significativas para la exploración futura de Marte y la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Las estructuras formadas por el agua podrían ser objetivos clave en la búsqueda de evidencia de vida pasada o presente en el planeta rojo.