El viaje será largo, con la sonda viajando unos 3.5 millones de kilómetros para alcanzar su destino en 2029.
La sonda Psique está programada para ser lanzada desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Sin embargo, las condiciones meteorológicas pueden afectar el despegue, y existe un 40% de probabilidad de que se realice un intento adicional el sábado, según la agencia AFP.
Hasta ahora, la exploración espacial ha involucrado cuerpos celestes compuestos de roca, hielo o gas. Sin embargo, esta expedición marcará la primera vez que la humanidad se aventurará hacia un mundo con una superficie metálica. La sonda Psique se dirige a la región externa del cinturón de asteroides, ubicada entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Para llegar a su destino, la sonda de la NASA deberá recorrer aproximadamente 3.5 millones de kilómetros, con una posible llegada en el verano boreal de 2029. Aunque los científicos tienen conocimiento de que Psique es un objeto denso hecho principalmente de metal, su forma exacta sigue siendo un enigma.
Se presume que Psique, con una longitud de más de 200 kilómetros, podría representar el núcleo de un antiguo cuerpo celeste cuya superficie fue desgarrada por impactos de asteroides. Esta misión proporcionará una rara oportunidad de estudiar un núcleo de este tipo, ya que los núcleos de la Tierra y otros planetas rocosos son inaccesibles debido a sus altas temperaturas y profundidades.
Los científicos tienen un gran interés en descubrir si Psique experimentó erupciones volcánicas en el pasado y si existen pruebas de estas en forma de antiguas coladas de lava. También buscan comprender cómo se ven los cráteres en un cuerpo celeste metálico y cómo el material expulsado por impactos de asteroides pudo haber quedado congelado en el aire, creando estructuras puntiagudas.
La misión a Psique tiene previsto permanecer en órbita alrededor del asteroide durante más de dos años, utilizando una variedad de instrumentos científicos, incluyendo generadores de imágenes multiespectrales, espectrómetros y magnetómetros para analizar su composición y medir su campo magnético. Además, la sonda empleará propulsores de efecto Hall, una innovación en viajes espaciales interplanetarios, que utilizan electricidad generada por paneles solares para acelerar iones de gas xenón a velocidades muy altas, cinco veces más rápido que los propulsores convencionales.
La misión Psique también probará un sistema de comunicación con láser, lo que se espera permita la transmisión de una mayor cantidad de datos en comparación con las comunicaciones por radio. Esta expedición representa un paso significativo hacia la exploración de los enigmas de nuestro sistema solar.
