Las protestas en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 continúan sin disminuir, incluso después del revés judicial de la Cámara del Trabajo, que suspendió temporalmente la reforma laboral propuesta. Enfrentando esta situación, el gobierno de Javier Milei vivió otra noche de protestas, principalmente centradas en la Ciudad de Buenos Aires.
En varios barrios porteños, los residentes reportaron intimidaciones por parte de las fuerzas de seguridad, quienes solicitaban documentos a aquellos que permanecían en las esquinas. En todos los casos, se observó un despliegue policial excesivo en comparación con la cantidad de manifestantes presentes.
Aunque los ruidazos de ayer no alcanzaron la magnitud de la semana pasada, la concentración en la plaza del Congreso atrajo tanto a residentes locales como a aquellos que recibieron la convocatoria a través de Whatsapp y redes sociales. El tradicional lema “Milei basura, vos sos la dictadura” se mezclaba con otras expresiones más apasionadas y menos elaboradas. “¿Cuándo se va el demente de Milei?”, preguntaba una mujer con cacerola y cuchara en mano a cada transeúnte en la esquina de Rivadavia y Entre Ríos.
Una jubilada expresó su desacuerdo con las políticas gubernamentales en materia previsional, el insuficiente bono anunciado tras la devaluación y el fuerte aumento de precios, así como la suspensión de préstamos de la Anses. “Cobro 105 mil pesos al mes y estos tipos le dan todo a empresas como Techint mientras nosotros no llegamos a fin de mes”, reclamó.
A lo largo de todas las comunas porteñas, se realizaron ruidazos. En Caballito, los manifestantes se congregaron en la esquina de Acoyte y Rivadavia, donde algunos denunciaron que la Policía de la Ciudad les exigió mostrar el DNI, calificándolo como un “amedrentamiento ilegal e inconstitucional”. En Almagro, los residentes bloquearon Corrientes en la altura de Medrano, mientras que en Saavedra marcharon sobre la avenida Cabildo llevando solo la bandera de la asamblea interbarrial.
Las imágenes de las protestas contra el Gobierno se replicaron en varias localidades bonaerenses, como Glew y La Plata, y también se llevaron a cabo manifestaciones en la ciudad de Posadas en Misiones y en la capital de Santiago del Estero.
Esta fue la segunda semana consecutiva de protestas contra el DNU y la ley ómnibus. El fenómeno cacerolero ha ido cobrando fuerza en la Ciudad de Buenos Aires, donde se han organizado asambleas barriales para coordinar la acción conjunta de los residentes. El pasado sábado, se llevó a cabo un encuentro en Parque Rivadavia con participantes de otras asambleas de la Capital y el conurbano, estableciendo acuerdos básicos, como la repetición de reuniones quincenales y la convocatoria a ruidazos semanales todos los miércoles en diferentes plazas y esquinas, además de la concentración en el Congreso, donde espontáneamente convergieron las movilizaciones desde la primera manifestación contra el DNU el 20 de diciembre.