En una serie de entrevistas para la revista Vanity Fair, la Jefa de Gabinete describió el complejo perfil psicológico del presidente, cuestionó la estabilidad de Elon Musk y reveló profundos desacuerdos en las políticas de deportación y aranceles.
WASHINGTON D.C. — El hermetismo que suele rodear al ala oeste de la Casa Blanca se ha visto fracturado por las declaraciones de Susie Wiles, la Jefa de Gabinete de Donald Trump. En un testimonio sin precedentes para la revista Vanity Fair, la funcionaria más poderosa del entorno presidencial ofreció un crudo análisis sobre la conducta de Trump, asegurando que posee una “personalidad de alcohólico”, a pesar de ser un hombre que no consume una gota de alcohol.
Wiles justificó su definición bajo la lupa de la psicología funcional: “Los alcohólicos, o quienes tienen esa personalidad, ven sus rasgos exagerados. En el caso del presidente, esto se traduce en una convicción absoluta de que no hay nada que no pueda hacer, ignorando a menudo los detalles del proceso y la política”, explicó.
Un entorno bajo la lupa: El factor Vance y Musk
La Jefa de Despacho no limitó sus críticas al mandatario. Sus dardos también alcanzaron al vicepresidente JD Vance, a quien vinculó con sectores seguidores de teorías conspirativas, y al magnate Elon Musk. Sobre este último, Wiles fue lapidaria al describirlo como un hombre “realmente extraño” y se refirió abiertamente al consumo declarado de ketamina por parte del dueño de Tesla y X.
Estas declaraciones exponen una fractura interna en la administración, donde la convivencia entre los “halcones” políticos y los empresarios tecnológicos parece estar llegando a un punto de saturación.
Tensiones en la agenda: Aranceles, Deportaciones y Venezuela
Más allá de lo personal, Wiles reveló que la gestión diaria es una constante batalla de persuasión. Confesó haber intentado —sin éxito— frenar la imposición de aranceles debido a un “enorme desacuerdo” entre los asesores económicos. Asimismo, lanzó una advertencia sobre la política migratoria: “Tenemos que revisar con mayor detenimiento nuestro proceso de deportación”, deslizó, marcando una distancia moderada frente a las promesas de redadas masivas.
En el plano internacional, la funcionaria desnudó la estrategia real detrás del bloqueo a Venezuela. Mientras Washington sostiene oficialmente que los operativos navales buscan combatir el tráfico de drogas, Wiles admitió que el objetivo de Trump es “seguir volando barcos hasta que Maduro tire la toalla”, contradiciendo la narrativa del Pentágono.
El “ajuste de cuentas” y la venganza política
Uno de los puntos más polémicos de la entrevista fue la gestión del resentimiento de Trump por su derrota en 2020. Wiles reveló la existencia de un “acuerdo de 90 días” para canalizar las energías del presidente y finalizar los ajustes de cuentas contra sus oponentes antes de cumplirse los tres meses de mandato.
Sin embargo, la funcionaria admitió que dicho plazo expiró en agosto de este año sin cumplirse el objetivo. “Las personas que han hecho cosas malas se tienen que ir del gobierno. En algunos casos, puede parecer una represalia”, concluyó, dejando entrever que la purga interna en la administración federal está lejos de terminar.





