El expresidente Mauricio Macri viajó desde Londres exclusivamente para participar en el acto del Pacto de Mayo en Tucumán, pero se sintió destratado por el Gobierno. A pesar de ser el único exmandatario de peso que asistió, no se le reservó un lugar privilegiado, dejándolo esperando en el frío junto al público general y excluyéndolo de la firma del acta, a pesar de las promesas hechas por Santiago Caputo, asesor presidencial. Esta situación confirmó a Macri que cualquier negociación con La Libertad Avanza será difícil, tratando al PRO como un socio menor.
Macri estaba cómodo en Londres disfrutando de Wimbledon y se hizo rogar para asistir al evento. Finalmente, aceptó viajar bajo ciertas condiciones que no se cumplieron. Sus allegados culpan a Caputo, quien había acordado que Macri firmaría el acta, pero en su lugar, solo pudo firmar un libro junto a otros 800 invitados. Además, se le asignó un lugar menor en el acto, sin acceso al VIP y con poca presencia en las cámaras durante la transmisión nacional.
Esta situación, considerada por muchos en su entorno como un ninguneo deliberado, ha dejado a Macri convencido de que cualquier futura negociación con La Libertad Avanza resultará en un trato desfavorable. A pesar de su breve estancia, Macri dejó claro que su objetivo es fortalecer su partido y negociar en igualdad de condiciones, aunque el Gobierno parece verlo como un socio menor que debe asimilarse o perder relevancia electoral.
Curiosamente, Macri recibió un trato más cordial del gobernador peronista Osvaldo Jaldo que del equipo de Milei. Cumplida su promesa de asistir, Macri regresó rápidamente a Europa para continuar con sus compromisos en la Fundación FIFA, enviando un mensaje claro al Gobierno: el PRO ya ha contribuido y ahora esperan gestión y resultados, incluyendo la liberación de la coparticipación porteña.





