Milei ha presentado estas conversaciones como avanzadas, mientras que Britos se mantiene en silencio, generando una dinámica poco común en la que cada uno intenta demostrar su superioridad de casta.
Las negociaciones se centran en los típicos temas de la casta política. Milei solicita un legislador provincial adicional, pero Britos se niega argumentando que ya está brindando apoyo. Sin embargo, Milei busca asegurar su dominio territorial y pide incluir a uno de sus propios candidatos en la lista de diputados nacionales. Britos rechaza esta petición, argumentando que ya está brindando demasiado apoyo y no desea ceder más. La discusión se intensifica, con Milei expresando su descontento ante la negativa de Britos y poniendo en duda su credibilidad.
Dado que se trata de una negociación de casta, el resultado final es incierto hasta el último momento. En este contexto, es notable que incluso el supuesto “inferior” en la jerarquía política, en este caso Britos, aumente su precio en la negociación. Aunque inusual, este comportamiento es aceptado dentro de la dinámica de la casta política, generando más sorpresa que indignación.
Milei expresó públicamente que considera a Britos como su candidato ideal para gobernar la provincia de Buenos Aires, y esto se debe a que Britos sufrió dos disparos cuando era comisario de la policía bonaerense. Milei mencionó este hecho como algo poco común, aunque existen otras personas que llevan balas en su cuerpo recomendadas por médicos para evitar tocar zonas delicadas, incluso balas perdidas provenientes de armas utilizadas tanto por la policía como por delincuentes.
Milei, quien se presenta como candidato a presidente y dice luchar contra lo que él denomina “casta política”, mencionó que le están “poniendo el moño” a Britos. Es importante destacar que el término “casta política” fue acuñado por Podemos en España, una fuerza política que tuvo un buen comienzo pero terminó en fracaso, según Milei.
Ante la propuesta, Britos respondió que lo pensaría, lo cual implica que estaría dispuesto a negociar su apoyo a un eventual presidente. Esta actitud es considerada típica de la casta política, aunque también se reconoce que es audaz. De hecho, en la ciudad que gobierna desde 2015, Chivilcoy, se comenta que Britos no es políticamente correcto y que tiene un estilo rudo.
En resumen, Guillermo Britos es un político argentino que ha pasado por diversos cargos y alianzas políticas a lo largo de su carrera, y actualmente busca promover un mensaje de unidad y trabajar para mejorar la situación del país.
