La ciudad de Derna en Libia resultó ser la zona más afectada, quedando completamente bajo el agua. El número de víctimas reportadas asciende a al menos tres mil personas, mientras que aproximadamente seis mil están desaparecidas. En este momento, las autoridades están haciendo un llamado urgente a la ayuda, y la comunidad internacional ya ha comenzado a movilizarse en respuesta.
Los expertos califican el fenómeno meteorológico como extremo. Esta tormenta, que previamente causó estragos en Grecia, Turquía y Bulgaria, conllevó la trágica pérdida de al menos veintisiete vidas. En Libia, la tormenta liberó una cantidad espantosa de agua que sumergió por completo la ciudad de Derna, ubicada en la parte oriental del país. Además, el colapso simultáneo de dos represas liberó otros treinta y tres millones de metros cúbicos de agua.
Las autoridades hablan de un balance de tres mil fallecidos en una ciudad con una población de cien mil habitantes, y este número trágico se espera que aumente. Se estima que al menos seis mil personas están desaparecidas, y algunas estimaciones sugieren incluso hasta diez mil desaparecidos. La Media Luna Roja, la organización internacional de la Cruz Roja, ha lanzado un llamado desesperado por ayuda que incluye medicinas, alimentos, refugios para las personas desplazadas y la necesidad de voluntarios y medios de comunicación en una zona que se encuentra sin electricidad.
La respuesta internacional a este llamado de socorro ha sido inmediata. Francia e Italia han declarado su disposición para proporcionar ayuda inmediata, y otros países como Egipto, Argelia y Qatar también están tomando medidas. La Cruz Roja italiana está activamente involucrada, y el presidente tunecino, Kais Saied, ha anunciado su coordinación con las autoridades libias para brindar ayuda de emergencia mediante el despliegue de recursos humanos y logísticos necesarios.
Mientras el mundo ofrece condolencias, Libia ha declarado tres días de luto nacional en Trípoli bajo la dirección del primer ministro del gobierno de unidad nacional, Abdul Hamid Dbeibah. Además, el primer ministro Osama Hammad ha suspendido las actividades laborales durante dos días en todos los sectores del este del país, con excepción de los servicios de seguridad, sanidad y emergencia.
Se mantiene la máxima alerta en los principales yacimientos petrolíferos del este de Libia, y se han suspendido los vuelos entre los centros de producción debido a una drástica reducción en la actividad.