Este viernes 5 de julio, a las 2:06 hora local, la Tierra alcanzará el afelio, el punto en su órbita en el que se encuentra a mayor distancia del Sol, aproximadamente a 152.1 millones de kilómetros. Este fenómeno astronómico se produce anualmente y se explica por la forma elíptica de la órbita terrestre, la cual no es perfectamente circular.

La distancia media entre la Tierra y el Sol es de unos 149.6 millones de kilómetros, por lo que la diferencia de distancia durante el afelio es pequeña, representando un alejamiento de apenas 1.7%. Debido a esta mínima variación, no hay un efecto apreciable en el tamaño aparente del Sol visto desde la Tierra. Según el Planetario de la Universidad Nacional de La Plata, este fenómeno ocurre sin que podamos notarlo a simple vista.
De acuerdo con la segunda ley de Kepler, la velocidad de traslación de la Tierra es mínima en el afelio y máxima en el perihelio, puntos de la órbita conocidos como puntos apsidales. El perihelio, o el punto de máximo acercamiento, ocurrió el pasado 2 de enero.
Una reflexión común es pensar que al estar más alejada del Sol, la Tierra debería experimentar temperaturas más frías, tanto en el hemisferio sur, donde es invierno, como en el hemisferio norte, donde es verano. Sin embargo, esta idea es incorrecta. Las estaciones son causadas por la inclinación del eje de rotación terrestre y no por la distancia de la Tierra al Sol. Por lo tanto, el afelio no tiene un impacto significativo en las temperaturas terrestres.
En resumen, aunque el afelio marca el punto de mayor distancia entre la Tierra y el Sol, este fenómeno no incide en el clima ni en las temperaturas estacionales, las cuales están determinadas por la inclinación del eje de rotación del planeta.





