Washington D.C., EE.UU. – La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles mantener las tasas de interés sin cambios, desafiando las crecientes presiones del expresidente Donald Trump para que se apliquen recortes significativos. La decisión, aunque esperada por el mercado, evidenció fisuras internas en el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), con un nivel de disidencia no visto en décadas.
Presiones Políticas y Realidad Económica
La determinación de la Fed de mantener las tasas en el rango actual de 4.25%-4.50% se produce apenas seis días después de que Donald Trump exigiera nuevamente recortes drásticos, proponiendo una reducción hasta apenas el 1%. Sin embargo, la postura de Trump no se alinea con la realidad económica estadounidense, que aún se encuentra lejos de la meta de inflación del 2% anual y con un mercado laboral que no muestra signos claros de contracción.
Para el mercado, la decisión no representó una sorpresa. Tamón Takahashi, consultor del Banco Mundial y director jefe de TKA Analytica, explicó que la Fed mantuvo su política monetaria “en parte porque los últimos datos de inflación habían salido un poco por encima de lo que estaba esperando, pero sobre todo por el hecho de que en estos últimos días se han ido llegando a acuerdos comerciales, siendo el de la Unión Europea el más destacado, junto con el de China”. Takahashi anticipó que estos nuevos acuerdos comerciales generarán “presiones inflacionarias derivadas”, a las que la Fed “va a prestar atención”.
Informes de mercado, como el de Portfolio Personal Inversores (PPI), indicaban una probabilidad casi del 100% de que el rango de tasas se mantuviera inalterado. La atención del mercado ahora se centra en la probabilidad implícita de un recorte en septiembre, que, tras los recientes datos económicos (ADP y PBI), retrocedió al 61%. Asimismo, Outlier destacó que “los futuros de tasas están alineados” con las expectativas de la Fed para 2025 y 2026, anticipando dos recortes de 25 puntos básicos en lo que resta del año (septiembre y diciembre) y dos más durante 2026.
Disenso Histórico en el Seno de la Fed
La decisión de la Fed se destacó por el mayor disenso interno desde 1993, según Guardian Capital. El foco estuvo puesto en dos funcionarios nombrados por Trump en la Junta de Gobernadores de la Fed: el gobernador Christopher Waller y la vicepresidenta de Supervisión, Michelle Bowman. Ambos votaron en contra de mantener las tasas, a favor de una reducción de 25 puntos básicos, argumentando que el impacto de los aranceles en la inflación sería transitorio. Desde Balanza, señalaron que “es la primera vez desde la época de Alan Greenspan que dos miembros del comité de política monetaria votan de manera diferenciada”.
Las presiones de Trump sobre Jerome Powell, presidente de la Fed, han sido constantes. El expresidente, quien hizo campaña prometiendo reducir los costos de vida, ha criticado sistemáticamente a Powell por, según su visión, obligar al gobierno a pagar más para financiar sus déficits y elevar el costo de las tasas hipotecarias. La semana pasada, la situación pareció escalar con la visita de Trump a un proyecto de renovación del edificio de la Fed, lo que, si bien aminoró los riesgos de un despido de Powell por este motivo, no detuvo sus demandas de recortes de tasas. De hecho, este miércoles, tras conocerse un dato positivo del PBI norteamericano, Trump publicó en sus redes: “PBI del segundo trimestre recién publicado: 3%, ¡MUCHO MEJOR DE LO ESPERADO! ‘Demasiado tarde’. ¡HAY QUE BAJAR LA TASA YA! ¡Sin inflación! ¡Que la gente compre y refinancie sus casas!”.
A pesar de estas presiones, Powell ha confirmado su intención de permanecer al frente de la Fed hasta que expire su mandato en mayo de 2026, reafirmando la independencia del banco central.