La administración Biden, aunque comparte la aversión hacia China, teme posibles problemas de gobernabilidad y conflictos sociales bajo el liderazgo de Milei en Argentina. Las grandes petroleras que invierten en Vaca Muerta respaldan el fin de los controles, pero muestran preocupación por la posible privatización de YPF.
La elección de Javier Milei como presidente de Argentina ha generado incertidumbre en Washington D.C. y Houston. La administración Biden teme que la base de apoyo limitada de Milei y sus propuestas de recortes y privatizaciones puedan llevar a dificultades para gobernar y a inestabilidad económica y social. Además, las comparaciones con Donald Trump y los vínculos con sus partidarios generan desconfianza entre los demócratas.
A pesar de estas preocupaciones, la administración Biden ve oportunidades de colaboración con Milei en áreas como enfrentar la influencia china en América Latina, presionar a Maduro en Venezuela y alinearse en cuestiones globales. En Houston, las empresas de petróleo y gas acogen con interés las propuestas de Milei para eliminar controles y flexibilizar el mercado laboral, pero tienen dudas sobre su capacidad de implementación y temen conflictos sociales.
La privatización propuesta de YPF preocupa a las empresas petroleras que han tenido una relación sólida con la empresa estatal. La incertidumbre en torno a las inversiones en Argentina lleva a las multinacionales a cuestionar la posible ausencia del Estado en áreas estratégicas, afectando la expansión de inversiones en exploración y producción.
En resumen, la presidencia de Milei plantea más preguntas que respuestas para Estados Unidos y las multinacionales del petróleo y el gas. La administración Biden y las empresas extranjeras permanecen en espera, evaluando cómo se desarrollarán las acciones y políticas de Milei en los próximos meses antes de ajustar su estrategia en función de los acontecimientos en Argentina.