Buenos Aires, 28 de julio de 2025 – La reciente medida del gobierno argentino de reducir las retenciones a las exportaciones de soja y maíz ha generado un efecto inmediato en los mercados internacionales de granos, provocando una caída en sus precios. El anuncio, realizado el sábado por el presidente Javier Milei, busca mejorar la competitividad del sector agropecuario nacional y se produce en un contexto de expectativa por una mayor oferta global.
La decisión implica una baja de los aranceles de la soja del 33% al 26% y del maíz del 12% al 9,5%. Esta acción, destinada a aliviar la presión sobre los productores y revitalizar la posición argentina en el mercado global, llevó a que los precios internacionales de la soja y el maíz cayeran a sus niveles más bajos en casi dos semanas, según reportó Bloomberg.
Perspectivas de Abundancia Global Presionan los Precios
Argus Media destacó que la reducción de impuestos en Argentina, sumada a las “buenas perspectivas de producción en Estados Unidos y Brasil”, asegura una oferta abundante para los compradores internacionales y mantiene la presión a la baja sobre los precios. Este movimiento, que responde a una coyuntura de márgenes de rentabilidad históricamente bajos para el agro argentino, también plantea interrogantes sobre sus efectos fiscales y políticos en el país.
Argus Media señaló que los precios en Estados Unidos continúan bajo presión, principalmente por las sólidas perspectivas de producción tanto en ese país como en Brasil y Argentina.
Detalles de la Medida y su Alcance
El presidente Milei anunció el sábado una reducción sustancial de los impuestos a la exportación de los principales productos agrícolas. La soja, pilar de la economía argentina, verá su arancel disminuir del 33% al 26%, mientras que el maíz pasará del 12% al 9,5%. El trigo, en cambio, mantendrá su tasa en 9,5%.
La medida no se limita a estos cultivos; también abarca derivados de la soja, girasol, sorgo y carne vacuna, con reducciones proporcionales en cada caso. Según el análisis de ONE 618, esta decisión representa una intervención más amplia y sistemática de lo que se había anticipado, ya que las señales previas del gobierno sugerían una eliminación de derechos de exportación solo para la carne. La reducción de impuestos se orienta especialmente a evitar una caída en la superficie sembrada o en los rendimientos, riesgos que se han incrementado por la falta de incentivos y la baja rentabilidad.
El anuncio argentino tuvo repercusiones inmediatas en los mercados internacionales de granos, con los futuros de la soja mostrando una caída significativa.