El gobernador, Ron DeSantis, ha urgido a las comunidades en situación de vulnerabilidad a desplazarse hacia áreas elevadas.
A medida que avanza hacia el Golfo de Florida, el huracán Idalia ha intensificado su poder, y se espera que llegue a las costas de Estados Unidos como un huracán de categoría 4. Esta situación ha obligado a llevar a cabo evacuaciones masivas en las zonas bajas que corren riesgo de inundaciones.
Hasta el martes por la noche, Idalia estaba generando vientos sostenidos máximos de 177 km/h, ubicándose en el límite superior de la categoría 2. Se pronostica que su fuerza aumentará antes de tocar tierra, según las estimaciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
Se anticipa que en ese momento, la tormenta alcanzará la categoría 4, con “una intensidad extremadamente peligrosa”, presentando vientos máximos sostenidos de al menos 209 km/h, según informó el NHC. El martes por la noche, el huracán ascendió a la categoría 2 después de que sus vientos máximos superaran los 153 km/h, gracias a las aguas cálidas y abiertas del Golfo de México. Cualquier tormenta de categoría 3 o superior se considera un huracán de gran intensidad.
Sin embargo, el aspecto más preocupante de Idalia parece ser la impresionante oleada de agua de mar impulsada por el viento, que se espera que afecte a las islas de barrera y otras áreas bajas a lo largo de la costa.
Ron DeSantis, el gobernador de Florida que aspira a la nominación presidencial republicana el próximo año, ha instado a los residentes de las comunidades vulnerables a obedecer las instrucciones de desplazarse hacia terrenos más elevados. Además, ha advertido que la marejada ciclónica podría ocasionar inundaciones potencialmente mortales.
