El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ha vuelto a expresar su desacuerdo con el pacto entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich con el candidato de extrema derecha, Javier Milei, a pocos días de la segunda vuelta electoral que decidirá el próximo presidente de Argentina. Larreta afirmó de manera contundente que no cree que la mayoría de los miembros del partido PRO respalde a Javier Milei y sus ideas de extrema derecha.
Según Larreta, algunos podrían apoyar a Milei por conveniencia, mientras que otros lo ven como la opción menos mala. En sus propias palabras, “No veo una gran mayoría del PRO que suscriba las ideas de extrema derecha de Milei. Veo algunos que lo pueden hacer por conveniencia o veo a otros que lo apoyan a Milei porque creen que es el menos malo. Entonces, no estoy seguro de que haya una cosa mayoritaria, ideológicamente apoyando a Milei”.
Además, Larreta señaló la contradicción de Patricia Bullrich, quien ha expresado su preocupación por las ideas de Milei, a pesar de respaldar su candidatura. En cuanto a Mauricio Macri, Larreta indicó que desde el principio dio señales positivas a Milei, lo que refleja una diferencia en la visión del país que quieren.
Larreta también destacó la incoherencia en las declaraciones de Milei, quien ha cambiado de opinión en cuestiones como la dolarización y ha recibido el apoyo de su futura canciller, lo que ha generado confusión. En última instancia, Larreta afirmó que no votará por ninguno de los dos candidatos en la segunda vuelta y subrayó la importancia de que Juntos por el Cambio consolide una oposición sólida y presente en el ámbito legislativo, dado que considera a ambos candidatos como opciones poco favorables para Argentina.
Además, realizó una autocrítica sobre su papel en la interna de la coalición opositora y su derrota en las PASO contra Patricia Bullrich, reconociendo que a veces es necesario arriesgar y mantener posiciones políticas firmes en lugar de buscar el consenso a toda costa. Larreta finalizó destacando que es constructivo analizar estas lecciones políticas, pero que no es productivo flagelarse por cada decisión.
