En un panorama económico global incierto, los países de América presentan marcadas diferencias en sus niveles de riesgo país, medido por el índice EMBI+ de J.P. Morgan. Este indicador, que mide la prima de riesgo exigida por los mercados sobre los bonos del Tesoro estadounidense, refleja la confianza de los inversores en las economías emergentes.
Liderazgo negativo: Venezuela y Bolivia
Venezuela encabeza el ranking con un riesgo país de 23.459 puntos básicos, un nivel extraordinariamente alto que evidencia la severa crisis económica e institucional del país. Le sigue Bolivia con 2.111 puntos básicos, enfrentando un escenario complejo que lo posiciona como la segunda economía más vulnerable de la región.
Argentina, en el grupo de alto riesgo
Argentina ocupa el cuarto lugar con 579 puntos básicos, detrás de Ecuador (1.061 puntos) y significativamente por encima del promedio latinoamericano (424 puntos básicos). Este valor refleja los desafíos históricos del país en relación con la deuda externa y el acceso al crédito internacional.
Estabilidad en el extremo opuesto
En contraste, Uruguay lidera las economías más estables de la región con solo 92 puntos básicos, seguido de Chile (122 puntos) y Perú (157 puntos). Estos países destacan por sus políticas económicas responsables y estabilidad política, logrando niveles incluso por debajo del promedio global de 296 puntos básicos.
Rendimiento intermedio y comparaciones globales
Economías como Brasil (234 puntos) y Panamá (295 puntos) se posicionan en un nivel intermedio, mostrando cierta estabilidad pero aún enfrentando desafíos. En comparación, el promedio de América Latina (424 puntos básicos) supera significativamente al promedio global, evidenciando mayores dificultades estructurales en la región.
Factores determinantes del riesgo país
El nivel de riesgo país está influenciado por diversos factores macroeconómicos y políticos:
- Países de alto riesgo, como Venezuela y Bolivia, enfrentan inflación descontrolada, devaluación de la moneda y crisis institucional.
- Países de bajo riesgo, como Uruguay y Chile, han implementado políticas fiscales responsables y mantienen estabilidad política, generando confianza en los mercados.
Perspectivas para América Latina
El promedio regional de 424 puntos básicos refleja un desafío estructural en la región, que requiere ajustes en las políticas económicas para mejorar la percepción de los mercados internacionales. Aunque algunos países han logrado destacarse por su estabilidad, las economías más vulnerables siguen enfrentando riesgos significativos que limitan su desarrollo y acceso a financiamiento en condiciones favorables.
El seguimiento continuo del riesgo país será crucial para que las naciones latinoamericanas puedan tomar decisiones estratégicas y cerrar la brecha con los estándares globales.