Aunque su representación en el Senado es limitada, el Gobierno está cerca de lograr la aprobación general de su principal proyecto. La posible adhesión del PRO y la UCR podría allanar el camino para ello. En este contexto, los gobernadores están ejerciendo influencia en los detalles específicos del texto. Sin embargo, es probable que el proyecto sufra alteraciones y deba retornar a la Cámara de Diputados, lo que complica la prisa del Presidente por obtener un triunfo antes del Pacto de Mayo. La estrategia se consolidó durante un almuerzo entre Karina Milei y Victoria Villarruel.
A pesar de que la vicepresidenta reconoce la favorable situación en el Senado y las proyecciones optimistas en Diputados, se muestra cautelosa y no da por seguro el éxito. Las estimaciones iniciales indican un panorama prometedor para el oficialismo, con posibles adhesiones de diversos sectores políticos.
El juego de los gobernadores añade un nivel de complejidad, especialmente en el Senado, donde su influencia es más pronunciada. El respaldo de figuras clave como Raúl Jalil y Gerardo Zamora podría ser determinante en la votación.
El Gobierno busca una rápida aprobación de los proyectos, idealmente en dos semanas, aunque el proceso legislativo podría extenderse. Si bien se espera una oposición que demande más tiempo, el oficialismo intentará avanzar con celeridad. Sin embargo, es probable que los proyectos requieran modificaciones, lo que implicaría un retorno a la Cámara de Diputados para su revisión.
En resumen, mientras el oficialismo busca asegurar la aprobación de la Ley Ómnibus, diversos factores políticos y reglamentarios podrían influir en el proceso legislativo y en el cronograma previsto por el Gobierno.





