Tras meses de estabilidad, la divisa volvió a ser el centro de atención de los agentes económicos. Durante la última semana, los especialistas se formularon varias preguntas.
El dólar libre, el indicador por excelencia de la ansiedad económica en Argentina, rompió cinco meses de calma y subió abruptamente la semana pasada. La cotización aumentó un 9%, alcanzando los $1.300 por primera vez el jueves, seguido de una baja significativa el viernes.
¿Hay o no hay atraso cambiario?: por qué depende más de la macroeconomía que del nivel del dólar
La subida del 17% en el mes puede deberse a varios factores: menor liquidación de exportadores en el mercado formal, bajas aceleradas de tasas de interés del Banco Central, o el contexto político adverso respecto a las leyes Bases y Paquete Fiscal en el Senado, según distintas interpretaciones, incluida la del presidente Javier Milei.
Independientemente de las causas, es evidente que la era del carry trade, en la que las tasas de interés en pesos superaban al 2% de deslizamiento mensual del dólar oficial y a la estabilidad de los dólares paralelos, ha tenido una interrupción. Ninguna tasa en pesos rinde un 17% en el mercado mensual.
Suba del dólar: en qué medida puede trasladarse a la tasa de inflación
La pregunta recurrente entre especialistas, operadores y ahorristas es qué hacer con el dólar por encima de $1.200: ¿comprar o vender? Infobae consultó a operadores para obtener argumentos a favor de ambas decisiones, predominando un tono de calma. Aún no hay suficiente motivo para alarmarse, pero se necesitarán más jornadas para determinar la situación.
El asesor financiero Salvador Di Stéfano desestimó la posibilidad de una corrida cambiaria inminente. Sostuvo que vendería dólares debido a un resultado fiscal positivo, ausencia de emisión monetaria, y compras de dólares por parte del Banco Central, entre otros factores. Además, anticipó un próximo anuncio de canje de deuda del Banco Central a la Tesorería que podría estabilizar la situación. Di Stéfano recomendó invertir en bonos en pesos ajustados por inflación o en un plazo fijo UVA.
Por otro lado, el economista Gustavo Ber sugirió mayor dolarización para ahorristas conservadores, a la espera de mejores señales políticas que puedan reactivar el carry trade. Ber consideró que, tras la apreciación del dólar y las bajas tasas, las inversiones en pesos han perdido atractivo, especialmente en un clima de incertidumbre política.
Ariel Sbdar, fundador de Cocos Capital, se mostró más decisivo, aconsejando vender dólares. Argumentó que, aunque el tipo de cambio ajustado por inflación está históricamente bajo, el nivel alcanzado tras la reciente subida es adecuado para que los exportadores continúen liquidando.
Un informe de IEB llamó a la calma y enumeró factores que podrían frenar la subida del dólar: superávit fiscal, apretón monetario, acumulación de reservas en el BCRA, y una posible reactivación de la liquidación de exportadores.