¿Te has preguntado alguna vez si existen planetas habitables fuera de nuestro Sistema Solar? A continuación, desvelaremos la respuesta a esta intrigante pregunta.
El universo es un vasto e inmenso escenario de estrellas y planetas que se extiende mucho más allá de nuestra capacidad de imaginación. A medida que los astrónomos exploran el cosmos, han ido identificando un creciente catálogo de exoplanetas, que son mundos que orbitan estrellas distantes situadas fuera de nuestro propio sistema solar. Actualmente, se han documentado más de 5,500 de estos exoplanetas, y existe la posibilidad de que se descubran miles más en el futuro.
Según la NASA, la mayoría de estos exoplanetas se encuentra en una región relativamente pequeña de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, aunque el término “pequeña” es relativo, dado que estas distancias se miden en miles de años luz. No obstante, la pregunta que nos intriga es: ¿cuántos de estos planetas fuera del Sistema Solar podrían proporcionar las condiciones necesarias para albergar vida tal como la conocemos?
¿Qué constituye un planeta habitable fuera del Sistema Solar?
El concepto clave en la búsqueda de exoplanetas habitables es la “zona habitable”, que se refiere a la región alrededor de una estrella donde las condiciones son adecuadas para mantener agua líquida en la superficie de un planeta. Esta área es esencial para que pueda desarrollarse la vida tal como la conocemos, y los astrónomos buscan activamente mundos fuera de nuestro sistema solar que se encuentren dentro de esta categoría.
Hasta el momento, uno de los exoplanetas que ha despertado un mayor interés es el K2-18 b, que se encuentra a una distancia de 120 años luz de la Tierra. Recientemente, el Telescopio Espacial James Webb ha detectado la presencia de agua y moléculas de carbono en su atmósfera, lo que aumenta las posibilidades de que este mundo pueda ser un lugar habitable.
Otros exoplanetas que han capturado la atención de los astrónomos incluyen a Próxima Centauri b, que orbita la estrella más cercana a la Tierra, y TRAPPIST-1e, parte de un sistema estelar enano que ofrece múltiples posibilidades para la vida.
GJ 357 d es otro candidato intrigante, que se encuentra a 31 años luz de la Tierra y podría caer en la zona habitable. Mientras tanto, Wolf 1069 b, a solo 31 años luz de distancia, comparte similitudes con nuestro planeta, en términos de masa y distancia a su estrella anfitriona.
