Consideran que estas exigencias son “inaceptables” y podrían resultar en sanciones y obstáculos para sus exportaciones a la UE.
Durante una cumbre del Mercosur, las dos economías más grandes de Sudamérica confrontaron la postura “inaceptable” y “parcial” de la UE en cuanto a temas ambientales en el acuerdo comercial. El presidente argentino, Alberto Fernández, anfitrión de la reunión en Puerto Iguazú (noreste), señaló que la UE presenta una visión sesgada del desarrollo sostenible, enfocándose excesivamente en lo ambiental.
La UE y el Mercosur, compuesto además por Brasil, Uruguay y Paraguay, están tratando de concretar un tratado de libre comercio después de haber alcanzado un acuerdo de principios en 2019, tras más de dos décadas de difíciles negociaciones, aunque aún no ha sido ratificado.
Sin embargo, un documento adicional presentado en marzo por la UE, que incluía requisitos medioambientales relacionados con el sector agropecuario, generó preocupación entre los países sudamericanos.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, enfatizó que este documento es inaceptable y que los socios estratégicos no deben negociar basándose en desconfianza y amenazas de sanciones. Además, agregó que no están interesados en acuerdos que los perpetúen como meros exportadores de materias primas, minerales y petróleo.
Fernández respaldó este punto al afirmar que nadie puede obligarlos a ser proveedores de materias primas que otros industrializan y luego les venden a precios exorbitantes.
En la cumbre, que tuvo lugar con las Cataratas de Iguazú como telón de fondo, también estuvieron presentes el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, el paraguayo Mario Abdo Benítez y el mandatario boliviano, Luis Arce, cuyo país espera unirse como miembro pleno al bloque fundado en 1991.