Que arrojó una columna de cenizas a una altura de tres kilómetros y llevó a las autoridades a realizar operaciones de rescate para ayudar a numerosos excursionistas. Un grupo de rescatistas descubrió los cuerpos de 11 escaladores el lunes, después de la erupción inesperada del domingo.
La actividad eruptiva del volcán más activo del país afectó a poblados y ciudades cercanas al cubrirlos con toneladas de partículas volcánicas, lo que llevó a las autoridades a recomendar el uso de mascarillas y gafas para protegerse de la ceniza que también bloqueó la luz solar.
La erupción del domingo fue seguida por otras el lunes y martes, con emisiones adicionales de cenizas calientes que se elevaron 800 metros, interrumpiendo temporalmente las operaciones de búsqueda. Más de 50 personas que se encontraban en la montaña fueron rescatadas, enfrentando desafíos como el mal tiempo, la topografía complicada y vientos generados por las erupciones.
Aunque el volcán se ha mantenido en el tercer nivel de alerta desde 2011, lo que indica una actividad volcánica por encima de lo normal, y se prohíbe el acceso a menos de 3 kilómetros de la cumbre, las autoridades reconocieron que algunas personas podrían haber desafiado estas restricciones. Se estima que al menos 1.400 personas residen en las laderas cercanas al pico del Merapi, en áreas como Rubai y Gobah Cumantiang, a una distancia de 5 a 6 kilómetros.
Este volcán, activo desde una erupción en enero sin víctimas, es uno de los más de 120 volcanes activos en Indonesia, un país propenso a la actividad volcánica debido a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región con numerosos volcanes y fallas sísmicas alrededor de la Cuenca del Pacífico.
