CUPERTINO, CALIFORNIA – En un movimiento que sigue su estrategia de control total sobre los componentes de sus productos, Apple está trabajando en secreto para desarrollar su propio sensor de imagen para el iPhone. Según reportes, la compañía ya tiene prototipos funcionales en sus laboratorios, lo que podría significar el fin de su dependencia de Sony como principal proveedor de cámaras.
Esta decisión es el siguiente paso lógico en la filosofía de Apple de diseñar sus propios chips, una estrategia que inició con el procesador del iPhone 4. Desde entonces, la compañía ha ido eliminando su dependencia de proveedores externos, como lo hizo con Intel en las computadoras Mac y recientemente con Qualcomm, al integrar su propio chip de conectividad 5G en el iPhone 16e.
Un salto tecnológico en la fotografía móvil
Las filtraciones sugieren que el nuevo sensor de Apple va mucho más allá de un simple aumento de megapíxeles. La compañía patentó un diseño con una arquitectura de dos capas: una para capturar la luz y otra para procesar la información en tiempo real, lo que permite una reducción de ruido a nivel de hardware.
La característica más revolucionaria es el sistema LOFIC (capacitor de integración de desbordamiento lateral), que permitiría alcanzar un rango dinámico de 20 pasos. Para ponerlo en perspectiva, el ojo humano maneja un rango de 20 a 30 pasos, mientras que los iPhone actuales se quedan en 10-13. Esto significaría una calidad de imagen más cercana a la visión humana, eliminando problemas como el sobre-exposición del cielo o las sombras muy oscuras en una misma foto. De confirmarse, esta tecnología no solo superaría a cualquier smartphone actual, sino que competiría con cámaras profesionales de alta gama.
¿Sony fabricará su propio reemplazo?
Aunque Apple diseña sus propios componentes, no los fabrica. Es aquí donde Sony podría volver a ser protagonista. La empresa de la manzana podría encargarle a Sony la producción de estos nuevos sensores, siguiendo el mismo modelo que utiliza con TSMC para la fabricación de sus chips. Esto le permitiría a Apple mantener el control total sobre el diseño y las especificaciones del sensor, sin depender de los productos disponibles en el catálogo de su proveedor.
Si los rumores y las pruebas en prototipos son precisos, se estima que esta nueva tecnología podría debutar en el iPhone 18 Pro, con un lanzamiento previsto para 2026. La historia de Apple demuestra que cuando la empresa decide que puede mejorar un componente, generalmente lo logra, y esta vez, el objetivo es la cámara, un pilar fundamental en la experiencia de sus usuarios.