Tras meses de volatilidad, el peso argentino ha mostrado un fortalecimiento frente al dólar, lo que ha generado entusiasmo en los mercados financieros. El éxito del carry trade, con rendimientos del 17% en dólares desde comienzos del año, impulsa las apuestas por instrumentos en pesos. Sin embargo, analistas de GMA Capital y Econviews advierten sobre los riesgos latentes, como la intervención del Banco Central (BCRA), la inflación y la demanda de dólares en un contexto internacional desfavorable.
Los tipos de cambio financieros, como el MEP y el CCL, experimentaron una baja significativa en las últimas semanas, con el CCL cayendo de $1.340 a $1.275 a inicios de septiembre. Esta tendencia fue apoyada por la intervención del BCRA, que ha vendido dólares para estabilizar el mercado. Consultoras como Delphos Investment destacan que esta baja en la brecha cambiaria, por debajo del 30%, es una buena noticia, pero las presiones sobre el sector exportador y las reservas continúan.
El BCRA ha utilizado 1.850 millones de dólares para mantener estable el CCL y estaría dispuesto a usar otros 1.000 millones, según GMA Capital. Sin embargo, la dependencia de las reservas genera incertidumbre sobre la sostenibilidad de esta estrategia. Por su parte, Econviews advierte que la baja de la brecha cambiaria podría afectar la rentabilidad de las exportaciones, complicando el panorama en sectores productivos clave como el automotriz.
A medida que se acercan los próximos meses, consultoras como PPI proyectan un déficit comercial cambiario de US$ 2.454 millones en octubre, lo que sumaría presión sobre las reservas del BCRA. Además, la demanda de dólares para turismo y la inestabilidad de los commodities son factores que podrían complicar la estabilidad actual del peso.