La experiencia libertaria en el gobierno cumple medio año. Analistas comentan para El Cronista los principales problemas y fortalezas de esta primera etapa, así como las perspectivas a futuro.
Mirando hacia el futuro: ¿mayor o menor margen?
El 10 de diciembre del año pasado, cuarenta años después de la recuperación democrática, Javier Milei asumió como presidente de la Nación, inaugurando una etapa política inédita en el país. Hoy, al cumplirse una octava parte de su mandato, se pueden identificar tanto las fortalezas que el Gobierno busca consolidar para el futuro, como las debilidades y contradicciones del modelo anarcocapitalista imperante en Argentina.
Uno de los puntos que el oficialismo destaca es su popularidad. A pesar del ajuste implementado -el cual contaba con cierto consenso en diversos espacios políticos-, la mayoría de las encuestas coinciden en que el apoyo a Milei se mantiene en niveles similares a los del año pasado, cuando ganó la segunda vuelta.
El analista político Julio Burdman señala que “el mayor acierto fue haber avanzado en un ajuste con el respaldo de la opinión pública, gracias en gran medida al manejo personal de Milei, no de su gobierno”. Añade que el presidente “logró conectar con la gente enojada”, construyendo así una base de apoyo que respalda sus medidas.
El politólogo Luis Tonelli considera que el mayor acierto del Gobierno fue “interpretar el descontento de una mayoría desencantada con la política y convertirlo en un sorprendente apoyo para un ajuste brutal, neutralizando las oposiciones de otros actores sociales”.
La politóloga Yanina Welp coincide y destaca la efectividad de la política comunicacional, que ha mantenido movilizada a su base de apoyo. Sin embargo, advierte sobre los efectos negativos, como el aumento de la violencia y la dificultad para la convivencia.
Economía: datos ambivalentes
La inflación, que aumentó significativamente al inicio del mandato, ha disminuido notablemente en los últimos meses. En mayo, la ciudad de Buenos Aires estimó un indicador mensual de 4,4%, el más bajo desde febrero de 2022. No obstante, especialistas -incluidos liberales afines a Milei- cuestionan la sostenibilidad de esta baja, en un contexto donde el dólar parece rezagado y el sector agrícola no ha liquidado exportaciones como se esperaba.
Agenda internacional: señales mixtas
En el ámbito internacional, Milei ha mantenido reuniones con importantes empresarios globales, aunque la llegada de inversiones no depende solo de estos encuentros y requiere tiempo. También fue invitado a participar en la próxima reunión del G7, reflejando un impacto significativo en el extranjero, a pesar de su reciente amago de no asistir.
Falencias en la gestión
Después de la campaña y varios meses de mandato, sorprende que el presidente continúe proclamándose enemigo del Estado, lo cual podría explicar algunas deficiencias administrativas. Una de las más evidentes es el desorden en Capital Humano, ejemplificado por la salida de Pablo De la Torre tras la falta de entrega de alimentos, en un contexto donde la indigencia aumentó del 9,6% al 17,5%, según la UCA.
Welp critica el grado de crueldad instalado en el discurso presidencial, lo que considera preocupante. Burdman, por su parte, resalta que el enfoque prioritario parece ser mantener el apoyo popular más que lograr una gobernabilidad efectiva. Esto se refleja en la falta de avance en la agenda legislativa, con ninguna ley sancionada en seis meses de gobierno.
Funcionamiento interno del espacio
La gestión interna del espacio libertario también enfrenta desafíos, con la salida constante de funcionarios y antiguos aliados de campaña. Esto incluye a figuras clave como Nicolás Posse y otros como Carolina Píparo y Oscar Zago.
Futuro: ¿más o menos margen?
Burdman cree que el margen de acción es mayor, dado que Milei consolidó un núcleo duro de apoyo superior al 20%. Sin embargo, destaca que para alinear este apoyo con la gestión, Milei deberá comportarse como un político más convencional, algo a lo que se resiste.
Welp ofrece una visión matizada, indicando que la oposición dividida y la efectividad comunicacional del gobierno le han dado más margen, aunque no hay resultados de gestión para mostrar.
Finalmente, Tonelli opina que el margen de acción se ha reducido, ya que Milei ha ahuyentado aliados y no ha consolidado su gestión, complicando además la economía por errores internos. Concluye que actuar como conferencista internacional es más apropiado para después de ser presidente, no durante el mandato.





